lunes, 12 de diciembre de 2005

Basi Vos visto por Ana del Berro



Nota: En el Coleópteros y Otros Virus (la revista de la Facultad de Informática), me creé varios seudónimos. Me gustaba jugar con ellos, hasta el punto que unos tenían que describir a los otros. Hoy recupero para este blog la descripción que hizo Ana del Berro de Basi Vos.

Único retrato de Basi Vos conocido
Único retrato de Basi Vos conocido
La primera vez que vi a Basi Vos, tan envarado, con ese aire de suficiencia, me sentí obligada a dejarle en ridículo. Recuerdo, que aquella noche le llevé la contraria en todo lo que dijo. Basi no se inmutaba, me sonreía y seguía con su perorata cuando yo terminaba, sin que mis palabras, por terribles que fueran, le hicieran la menor mella. Cuando yo empezaba a hablar me dejaba exponer mis argumentos mientras se llevaba las manos a la espalda y hacía como que me escuchaba con atención inclinado con levedad su cabeza hacia mí. Así es él, educado e inamovible, todo lo contrario a lo que yo represento. No anidaba en su corazón el mínimo sentimiento y sin embargo, toda la noche tuve la sensación de que estaba perdiendo su tiempo con nosotros, un tiempo que gastado en otro lugar seguro le traería mayores satisfacciones. Traté de averiguar cuales eran sus vicios, pero la coraza inexpugnable de sus pulcras vestimentas de mayordomo no permitía vislumbrar nada al otro lado, como si no hubiera un ser humano detrás. Ahora, pasado el tiempo y después de haber compartido decenas de botellas de ginebra con Basi, reconozco parte de su razón y que me comporté como una niña mal criada, que fui yo la que se puso en ridículo. De su boca, a pesar de que yo le pregunte con constancia sobre aquella noche, nunca ha salido ningún comentario. De sus vicios, como entonces, sigo sabiendo lo mismo: nada en absoluto.

Ana del Berro