jueves, 17 de septiembre de 2009

18PNR: El festival se clausura con una gala familiar

Se cerró el festival con la entrega de los premios y la proyección de las obras ganadoras


Jueves 17 de septiembre de 2009.Festival de Cine de Madrid - PNR


Pilar Gómez presentando la Gala de clausura
Pilar Gómez presentando la gala de clausura
Con ese aire familiar de las cosas pequeñas que se hacen con cariño y con un retraso de media hora, comenzó la gala de clausura. Probablemente fuese la última vez que veré la cortinilla festivalera de este año, dónde diferentes escenas de los cortos y los largos se precipitan, como escapando con impaciencia de un silencio que las amordazaba. Tiene su encanto y representa dignamente a esta edición.

Presentó la actriz Pilar Gómez, al igual que ocurrió con la gala de inauguración. Habló de las señas de identidad del festival que se pueden resumir en dos: escaparate para ver películas y encuentro de profesionales del mundo del cine. Y luego vinieron los agradecimientos (a los trabajadores y organizadores del festival, a los patrocinadores, a Alicia Jiménez -artista asturiana que ha diseñado el Trofeo de la edición-, a los participantes y al público). Se olvidó de mencionar al jurado y estos se le recriminarían más adelante, lo que convirtió este detalle en una broma amistosa.

El premio del público fue para «La princesa alegría» de Daniel Utrilla y Rubén Coca. Lo entregó la actriz Amanda Guadamillas y lo recogió Daniel Utrilla que se lo dedicó especialmente a Sara Velázquez, ya que sus dibujos son el alma de este corto.

El premio PNR lo recibió «Miente» de Isabel de Ocampo, que tuvo unas palabras para hablar de la utopía que supone impulsar el cine desde una pequeña asociación. Utopía en la que ella cree y por la que está asociada a la Plataforma de Nuevos Realizadores.

El segundo premio de cortometrajes fue para «¿Cómo conocí a tu padre?» de Álex Montoya, que se lo dedicó a los dos actores protagonistas que se han casado recientemente y están de viaje de novios. Intentó llamarles para que estuvieran en directo, pero resultó que tenían muy mala tarifa de móvil.

El primer premio de cortometrajes se lo llevó «Ver» de Antonio Galeano, quien recogió el premio con el productor y actor del corto Miguel Álvarez. La dedicatoria del director fue para su chica, que lo hace todo. Dio las gracias porque resulta bonito que te elijan, sobre todo por un corto que habla de cosas que él siente. Por su parte Miguel Álvarez se lo dedicó al director por atreverse a llevar adelante el proyecto que le presentó.

El premio de largometrajes fue para «Amanecer en Asia» de Dionisio Pérez Galindo. Recogió el galardón con Rafael Álvarez, uno de sus productores, y las palabras del director estuvieron dedicadas al Festival, al cual agradeció la oportunidad que supone para presentar un tipo de películas diferentes a a la oferta comercial habitual.

Después el Festival entregó un ramo de flores a la directora Elena Medina, que las recogió con emoción agradeciendo al público su asistencia a las proyecciones y actos. Cerro la gala Isabel Coll, presidenta de la Plataforma de Nuevos Realizadores.

Escena de «Amanecer en Asia»
María Ballesteros y Víctor Clavijo en «Amanecer en Asia»
De «Miente» y «¿Cómo conocí a tu padre?» algo había dicho ya en las crónicas de los días anteriores. «La princesa alegría» es un buen trabajo que presenta escenas de animación y también otras rodadas con actores, en una dualidad entre un mundo imaginado, arrastrado desde la infancia, y otro cotidiano. Habla también de una alegría incapaz de sobrevivir ante la enfermedad.

Por su parte, «Ver», representa una apuesta básicamente visual sobre la falta de comunicación dentro de una familia rota y cargada de silencios. Esta visibilidad de la familia se produce al llegar una nueva persona a ella para una comida típica de domingo, con jardín y piscina.

«Amanecer en Asia» es una película excelente, que con seguridad resultará difícil ver en los circuitos comerciales, pues habla de valores que hoy en día no interesan. Habla de nuestra sociedad egoísta, en la que el esfuerzo personal por llegar a la cima nos roba el tiempo y los sentimientos. Habla de arañar en el pasado, en el de nuestros antecesores que a pesar de ser familia desconocemos porque nunca tuvimos en interés en indagar para descubrir hombres y mujeres con historia, con ilusiones, con mentalidad luchadora y colectiva. Habla de nuestras guerras interiores que explotan cuando se enfrentan los principios con el acto cotidiano de «seguir tragando» a la espera del triunfo.

Como resumen final, destacar la calidad de las obras presentadas. En mi opinión se trata de una selección amplia y muy acertada, de un cine interesante, con cierta intención de denuncia social en muchos de sus casos.

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