sábado, 26 de septiembre de 2009

Festival de San Sebastián: Y llegó Terry Gilliam y volvió el cine

San Sebastián es una ciudad que se vuelca este día con el cine y que llena cada una de las salas de cada proyección


Sábado 25 de septiembre de 2009. Festival de Cine de San Sebastián


Samuel L. Jackson y Naomi Watts en una escena de «Mother and Child»
Samuel L. Jackson y Naomi Watts en una escena de «Mother and Child»
A estas horas, con el estómago lleno después de un paseo por el puerto y con algo de buen cine grabado en la retina, el cabreo del jueves se me ha pasado. No es que el Festival esté proyectando un cine sublime y haya que tirar cohetes... simplemente la elección del día me ha salido un poquito mejor.

En cada festival, el sistema de votación es diferente, aquí, para ello, al entrar te dan un cartón de la película con una puntuación del 1 al 10. Se desprende la puntuación que se desea y se mete, al final de la proyección, en la urna la papeleta sin el número desprendido. No lo tengo claro, pero creo que solamente se vota en el teatro Victoria Eugenia y las películas de la sección Zabaltegi.

La mañana no empezó nada bien con «Perpetuum mobile», de Nicolás Pereda, dentro de la sección Horizontes Latinos. Se trata de otra película que no va a ningún sitio, que habla de la soledad del ser humano en esta sociedad. Lo cierto es que me aburre esta corriente de realismo absoluto y su confusión entre la ficción y el falso documental al que se dedica demasiado espacio en este festival.

«Das Weisse Band» («La cinta blanca»), de Michael Haneke, es otra cosa. Se trata de una película que retrata la podredumbre de la sociedad ultrarreligiosa como explicación a la explosión de la primera guerra mundial. El director nos muestra un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania, donde los muchachos aprenden la rectitud a través de castigos. Es un pueblo hipócrita, que envuelve y esconde los secretos en el que acontecen una serie de sucesos depravados que resultan el motor de la película. Haneke realiza bien su trabajo, pues los habitantes de la aldea llegan a resultar repulsivos y su moral se hace aborrecible. Sin embargo produce rabia que sólo decida hacer buenos los últimos 30 minutos de la película, insistiendo e insistiendo en hacer lenta y pesada la otros 115 previos.

Heath Ledger en una escena de «The Imaginarium of Dr. Parnassus»
Heath Ledger en una escena de «The Imaginarium of Dr. Parnassus»
«The Imaginarium of Dr. Parnassus», de Terry Gillian, resulta una bocanada de aire fresco. No es un cine novedoso, se trata de una película imaginativa, que recupera lo exótico para mezclarlo con los tiempos modernos. Con grandes interpretaciones por parte de todo el elenco, bonitos efectos especiales y gran dosis de cariño, se ha hecho una película divertida que entretiene y que aporta algo más en la lucha de la bondad por vencer en cada una de las aventuras y juegos que surgen.

«Mother and Child», de Rodrigo García, es también una buena película, de carácter intimista que ofrece una visión completa sobre las relaciones que pueden surgir entre una madre y una hija. Nunca son sencillas, siempre están cargadas de contradicciones y sentimientos, de verdades y deseos, de amores y miedos. Se pueden destacar muchas cosas de la película, pero sin duda la que más me sorprende es la capacidad del director para reflejar un mundo femenino real, con toda su complejidad, llenos de los matices que producen las relaciones humanas. Sorprendente.

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