martes, 24 de noviembre de 2009

47FICXixón: Encarando su segunda mitad

«Trash humpers» resulta un desprecio por la inteligencia al hacer cine y «Solino», al contrario, nos enseña a amar este arte


Babak Jalali director de «Frontier blues» durante la rueda de prensa
Babak Jalali director de «Frontier blues» durante la rueda de prensa
Sin duda la idiosincrasia asturiana es diferente. Esta mañana quise ayudar a una señora mayor a bajar los tres peldaños que separaban la cafetería de la calle y ella, a modo de agradecimiento me dijo «que la Santina te ilumine». Sonreí, no era momento de mantener una conversación sobre religión que mostrase nuestros puntos de desacuerdo.

En cuanto al Festival Internacional del Cine de Gijón, decir que ayer se presentaba a concurso la película «Frontier blues» que finalmente se proyecto en formato DVD y fuera de concurso, ya que la cinta se ha quedado retenida en algún aeropuerto brasileño. En estos tiempos en que la tendencia es rodar en digital y luego pasas a 35 milímetros, Babak Jalali, rodó directamente en 35 milímetros. En la rueda de prensa se le veía triste por la circunstancia. Habló de la región Turkumana de Irán, lugar en el que está ambienta la película diciendo que es un lugar extraño, con muchos paisajes e historias de la gente, un lugar en que la población se pasa el tiempo esperando que ocurra algo. Su familia es originaria de dicho lugar y vivió allí hasta los ocho años, antes de irse al Reino Unido.

«Morphia», la visión tangencial de la revolución rusa

«Morphia», es la última película del director ruso Aleksay Balabanov, al que el Festival ha dedicado este año una retrospectiva. Como si fuera una película rodada en 1917, Balabanov quiere plasmar los colores del cine antiguo, incluso simulando los carteles del cine mudo para separar las diferentes escenas de la película. Logra ese aire, lo que quizá es lo mejor de la película. Respecto al contenido es la historia de un médico que llega a un pueblo perdido de Rusia para ejercer en un pequeño hospital alejado de toda población. Es un lugar inhóspito, donde la nieve lo cubre todo y siempre hace frío. Para superar todas estas circunstancias utiliza la morfina, y en poco tiempo se convierte en un adicto. Es el momento en el que estalla la revolución soviética, pero sus problemas son otros, los suyos personales en lugar de los colectivos.

La película toca en lo tangencial la revolución, pero como si se tratase de un fondo que ocurre lejos, aunque el protagonista se cruce constantemente con ella es incapaz de percibirla. Los ricos terratenientes hablan de ella en una velada acomodada de canciones y vodka, más tarde los campesinos incendian sus posesiones y en la ciudad los bolcheviques van tomando el control. Pero sólo importa como conseguir la siguiente dosis.

«Trash Humpers», la basura profunda y blanca que supone una sociedad hastiada

Apenas si voy a perder un poco de tiempo en esta película de Harmony Korine que se presenta en la sección oficial, aunque también el festival le tributa una inmerecida retrospectiva al director. Diré simplemente que se trata de una gilipollez, y no de una película, en la que unos descerebrados tratan de ser groseros y desagradables (en la imágenes y en las voces). Se fue mucha gente de la sala cansada de ver a la banda de desequilibrados follándose contenedores de basura, farolas, buzones... y total para nada. Muestra una norteamérica profunda que ya no tiene remedio.

«Solino» y el amor por el cine de Fatih Akin

Cartel de la película «Solino»
Cartel de la película «Solino»
Menos mal que quedan directores cuyas películas son un valor seguro por la calidad y sobre todo por su interés en contar historias como es el caso del germano Fatih Akin. La retrospectiva que le dedica el Festival es de lo mejor. «Solino» es una bonita historia de desarraigo, de cuando los hijos de los inmigrantes sienten que su patria ya no coincide con la de sus padres y que no tienen la misma necesidad de volver, pues su casa es el nuevo país. Bonito y desarraigo son un adjetivo y un sustantivo que no suelen encajar; en el cine de Akin sí, pues cuando habla de desarraigo lo hace de la búsqueda de la identidad, de resolver el puzzle de uno mismo desde dentro, tirando desde las raíces y también de lo nuevo que va forjando el carácter.

Los padres piensan que conocen lo que sus hijos necesitan, pensando que solo ellos saben el camino correcto que los hijos deben tomar. Pero se equivocan a menudo, los tiempos progresan y su perspectiva se va haciendo parcial e incompleta. Los hijos sufren esa lucha y sólo se sienten reconocidos cuando al final sus mayores aceptan que son sus descendientes los que deben vivir su propia vida.

Siempre hay algo de autobiográfico en su filmografía, tal vez en este caso la decisión del protagonista de convertirse en director de cine que parte de otra búsqueda: la del ardor y la pasión.

«Mammoth» o como a la larga cualquier decisión que tomemos será equivocada

Michelle Williams, Gael García Bernal y la niña Sophie Nyweide en una escena de la película «Mammoth»
Michelle Williams, Gael García Bernal y la niña Sophie Nyweide en una escena de la película «Mammoth»
Dentro de la sección Esbilla se proyecta la película «Mammoth» del director Lukas Moodysson, una coproducción entre Suecia, Dinamarca y Alemania. No me ha dejado buen sabor de boca, tal vez sea de las comerciales de lo proyectado hasta el momento, pero tiene poco mensaje. Pretende establecer una crítica a esta sociedad en la que el trabajo ocupa tanto tiempo que no permite a los padres cuidar a sus hijos. Pero da lo mismo la opción: la pareja neoyorquina no se siente realizada porque dejan el cuidado de su hija a una niñera filipina, la niñera tampoco porque dejó en su país a sus dos hijos con la abuela, la prostituta tailandesa tampoco ha acertado. De la misa forma discute también la solución en las sociedades capitalistas: trabajo frente a ocio. Si trabajo no tengo tiempo, si tengo tiempo siento que no hago nada.

También habla de una maternidad sobreprotectora, donde los niños suponen un lastre para la vida de sus padres, un condicionante que les obliga a tomar otros rumbos (geográficos y profesionales) por el bien y la garantía de un mejor futuro para esa nueva generación.

Da lo mismo la opción que se tome, siempre será un error, pero con cierto cinismo el director viene a decirnos al final que si al menos tienes dinero todo te resultará más fácil.

No hay comentarios: