viernes, 28 de mayo de 2010

¿Ariel Rot o Rock?

Con un aforo completo, el músico presenta en Madrid su nuevo disco Sólo Rot


Jueves 27 de mayo de 2010. Joy Eslava Madrid


Entrada del concierto
Entrada del concierto
Al entrar a un concierto es importante buscar dónde situarse. Desde cada lugar el sonido y la visión van variando, pero también la forma de sentir un concierto. Se puede decidir estar en el medio del mogollón o esquinarse un poco para apoyarse en la barra del bar. En la Joy Eslava, elegí la parte de arriba para ver a Ariel Rot. Lo primero que me llamó la atención es que desde allí tenía una imagen de conjunto más completa que la que se presencia desde abajo, donde uno va saltando de un músico a otro con la vista pero sin abarcar nunca todo el escenario, donde el batería y algunos músicos no tiene pies. Lo segundo, que uno aprecia mucho más la parte técnica, cómo pisan los pedales de la guitarra y cuándo, o vigila al encargado de preparar las guitarras al que se descubre cuidándolas con mimo y también estando atento a si es necesario sacar una banqueta, recoger un sombrero que se cae... Se pierde un poco en sonido, pero la Joy no es ninguna maravilla en ese aspecto. Tiene un buen escenario, con muchas luces, sobre todo la rueda luminosa del fondo, para dar juego. Desde arriba queda más cerca la bola de cristales que no falta en ninguna discoteca de los 80 y que tal vez la de aquí sea la más vista y copiada por culpa del programa Aplauso. Si se mira hacia abajo se ve una masa de cabezas y cuerpos que aplauden, se mueven, cantan...

No hay una forma de vestir que se repita más entre el público, muchas camisetas y muchas camisas, pero con vaqueros. Cuando arranca el concierto, el grupo lo ratifica, tres camisas frente a solo dos camisetas. Pero seguro que hay trampa. Habrá que ver como sigue la noche.

En esta gira para presentar el nuevo disco Solo Rot, acompañan a Ariel Rot sobre el escenario los músicos Osvi Grecco (guitarra y coros), Mauro Mieta (teclados y coros), Mac Hernández (bajo) y Andrés Litwin (batería). Suenan bastante conjuntados, sobre todo con los temas clásicos y hacen de todo: rock & roll clásico, rythhm & blues, toques de jazz, boogie, baladas, pop, tango y rock, siempre rock.

Ariel Rot en una foto promocional de su disco Solo Rot
Ariel Rot en una foto promocional de su disco Solo Rot
Ariel Rot a sus cincuenta años y poco más de un mes sigue siendo un joven delgado y espigado, muy inquieto y siempre pegado a sus guitarras. En el concierto alterna dos de ellas. Él dirige al grupo con miradas cómplices y con la ayuda de Grecco. Sonríe, salta y disfruta como un niño con canas. Se divierte como nadie. Son sus solos los momentos de comunión entre el hombre y la guitarra, se funden y desde cualquier lugar resulta imposible diferenciar donde empiezan las manos de Ariel y dónde el mástil. Desde mi punto de vista es uno de los mejores guitarristas de nuestro panorama, sino el mejor.

Su vitalidad frenética, esa energía juvenil marca de la casa, se toma un descanso y Ariel toca dos de los temas sentado sobre un taburete. A su lado se ha colocado una mesa con un vaso de tubo que contiene una bebida. Podría ser whisky por su color, o una manzanilla también. Mac se ha quitado su camisa y debajo lleva una camiseta, así que se ha dado la vuelta al marcador. No resiste más tiempo sobre la silla, se levanta a media canción y sus pies caminan por el escenario de nuevo, marcando el ritmo.

Mauro es aún más delgado y es un privilegio ver como se deslizan las manos sobre las teclas para extraer sonidos de otros tiempos. Litwin aporta la fuerza, el ritmo. Es maravilloso ese solo que la primera mitad toca exclusivamente con los platillos. Mac vive el rock en primera persona. Grecco es la experiencia. Destaca en un par de solos y la verdad es que se acerca mucho a Ariel.

Tocan muchos temas del disco nuevo: Manos expertas, Problemas, Una vida equivocada, Dulce mirada, Salto al vacío, Nena me enseñaste a amar y el pegadizo Papi dame la mano. Son bien acogidos por el público que los corea y ya se los sabe. Tampoco faltan temas clásicos como Una casa con tres balcones, Vals de los recuerdos, Hasta perder la cuenta, Confesiones de un comedor de pizza o Boogie de Claudio. Pero el público enloquece sobre todo con Dos de corazones, Milonga del marinero y el capitán, Adiós Carnaval, Baile de ilusiones, Vicios caros y Dulce condena.

Para los bises Ariel se ha cambiado de ropa, ha dejado la camisa en el camerino. Aparece con camiseta azul que lleva impresa la palabra inglesa YOU. Lleva las manos en los bolsillos pues esta va a ser el único tema en el que no toque. A su lado se sitúa Grecco, para convertir con las notas de su guitarra el tema Mucho mejor en un tango. Suena perfecto y oigo a mi lado alguien que pregunta a otro si la canción es de Gardel.

A modo de pequeño anecdotario: ¿Cómo se forma un guitarrista de rock como Ariel Rot? Pues el dice que básicamente escuchando discos de rock & roll y tocando. Pero hay algo más. Su madre era cantante profesional y Ariel había asistido en su casa desde niño a los ensayos con los músicos. Sin querer se va empapando. Asiste a clases de piano, pero pronto descubre que le gusta mucho más rasgar las cuerdas de una guitarra eléctrica. Prepara una ópera rock con letras de su hermana, la actriz Cecilia Rot, y música realizada en compañía con su amigo Leo Sutjatovic. Estudia una temporada con Claudio Gabis, un guitarrista emblemático de rock argentino en los 60. Conoce a Alejo Stivel y a los hermanos Makaroff con los que comparte y aprende. Y luego vienen la carretera, los conciertos que también le van enseñando. Cuenta que las guitarras que más le influenciaron fueron Chuck Berry, Keith Richards y T Bone Walker.

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