viernes, 30 de septiembre de 2011

¿El instinto o la eficacia?

No habrá paz para los malvados, de Enrique Urbizu, cine negro y criminal de nuestros tiempos

Cartel de la película No habrá paz para los malvados
Cartel de la película No habrá paz para los malvados
En el pasado Festival de San Sebastián se habló mucho de No habrá paz para los malvados, algunos incluso auguraron que José Coronado se llevaría la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina. Le ganó un griego, Antonis Kafetzopoulos, por interpretar otro tipo de policía, menos duro y más humano. Santos Trinidad, el papel que interpreta José Coronado, es uno de esos personajes que agradece hacer un actor porque se prestan a un buen lucimiento personal: un policía marginal, alcohólico con un pasado glorioso pero que ahora va por libre, duro e insensible. Coronado lo borda, se come la pantalla, y Urbizu lo sabe y se recrea en planos cortos, que nos muestren cada una de sus arrugas, cada una de las cicatrices que la vida le ha dejado.

Santos Trinidad es un personaje en el otro lado de los demás, nadie puede compararse con él si no es por oposición. De su experiencia sólo queda un poco de aquella esencia convertida hoy en puro instinto que le permite avanzar sin complejos ni vergüenzas. Frente a él tenemos a la jueza Chacón (Helena Miquel) que es toda eficiencia, que va atando cabo a cabo, con esfuerzo y dedicación extrema, tanto que su vida profesional se coloca por encima de la personal. Es inteligente y capaz, siempre encuentra lo que busca, pero resulta un trabajo lento cuando se está del lado de la justicia. Frente a Santos también está el inspector Leiva (Juanjo Artero) compañero de promoción que le admiró durante mucho tiempo. Leiva es el ejemplo de un policía que cumple con corrección y eficiencia en su trabajo, su antagónico. Frente a Santos aparece el comisario Ontiveros (Pedro Mari Sánchez), un hombre oscuro, que se mueve sacando provecho de lo que se encuentra rebañando los márgenes de la legalidad.

Santos Trinidad no está atado por la ley, está por encima de ella y esa es la ventaja que juega. Nada le ata más que el deseo de terminar un asunto que se le quedó a medias. No hay ningún interés altruista que colocar por encima. Justificar lo alegal por sus resultados e independientemente de sus causas, hacerlo solo por las vidas que salva, es una trampa en la que quiere encerrarnos Enrique Urbizu, acentuándolo además con las últimas imágenes de la película que resultan una declaración en regla de sus intenciones. No puedo estar de acuerdo con ello. Creo en el camino que emprenden Chacón y Leiva, aunque siempre lleguen un poquito después, y creo en él porque ese sendero es la única garantía de un mundo justo y honesto, la única posibilidad para no fomentar nuevas desigualdades que traigan acarreadas como resultado otras injusticias.

José Coronado en una escena de la película No habrá paz para los malvados
José Coronado en una escena de la película No habrá paz para los malvados
¿Qué hacemos entonces con los malvados, con los que siembran el terror, con los que matan sin piedad por unas ideas que en su caso consideran de valor superior al de la propia vida? ¿Los ajusticiamos sin juicios ni defensas?, ¿les pegamos un tiro durante un asalto y mientras duermen?, ¿los encarcelamos en Guantánamo y nos olvidamos de que son seres humanos y que como tales tienen derechos? Durante muchos años, una gran mayoría de políticos y medios de comunicación han venido machacándonos con el asunto de que la seguridad debe estar por encima de la libertad y en ello se han amparado para ir limitando al ser humano, para dar forma legal a atrocidades que se comenten en nombre de nuestra supuesta seguridad.

Los mercados globales exigen medidas globales, y eso supone injerencia sobre otros estados y explotación de la materia prima que no se tiene mediante el uso de la fuerza militar y otras estrategias impulsadas por los servicios de inteligencia. El mundo se ha hecho un lugar injusto, donde vamos aumentando las desigualdades, donde hacemos diferencias sustanciales, donde creamos problemas que no resolvemos por el simple hecho de que su solución implicaría disminuir la rentabilidad. Mientras fomentemos un mundo de desigualdades, en el que no queramos distribuir equitativamente la riqueza, seguirá habiendo malvados y lo que haga Santos Trinidad servirá de poco.

El papel de Santos en esta película es importante porque nos descarga la conciencia de la culpabilidad. El sistema sigue siendo justo, pero ha sido un hombre descarriado, que no tiene que rendir cuentas a nadie, que está fuera del sistema, el que ha perseguido a quien hace el mal sin que nosotros, desde las butacas de nuestra vida, podamos intervenir. El instinto gana a la eficacia y de todas formas nos quedamos contentos, sonreímos porque un montón de inocentes se han salvado por el coraje de un hombre que actúa al margen de la ley.

En lo técnico, No habrá paz para los malvados, es una obra maestra. Cada encuadre, cada plano, cada fotografía es cine del grande, del que se cuela por los ojos sin explicaciones. Un cine negro de nuestros días.

El guion no es redondo, sino que tiene pequeñas formas por las que se le escapa la fuerza. La primera es la poca claridad con la que cuenta la primera escena que siembra la duda de si toda la trama de la película nace por una pura casualidad o si hay una historia anterior que está reviviendo. La segunda es el ritmo, que baja en algunos momentos con fuerza y que dejan escapar al espectador.

A pesar de esa primera escena, a partir de ella, toda la película sigue ya perfectamente enganchada, sostenida por una buena estructura en la que el resto de las piezas va encajando con suavidad y cierta sorpresa. En resumen, No habrá paz para los malvados es cine de acción, de ese que termina con muchos muertos, con disparos certeros y un halo de realidad doloroso como el que nos dejan muchos de los sucesos que encontramos a diario en la prensa.

A modo de pequeño anecdotario: Elena Miquel interpreta en la película a la jueza Chacón. No es una cara conocida del cine, pues ésta es aún su segunda película, la primera fue El idioma imposible. Donde es más famosa es en el mundo de la música. Forma parte del grupo Facto Delafé y Las Flores Azules y su tema Mar el poder del Mar se convirtió en el tema musical de la campaña Ya es primavera en El Corte Inglés de 2008. Mezclando cine y música tenemos su participación en la banda sonora de Yo soy la Juani de Bigas Luna

jueves, 29 de septiembre de 2011

Reírse de lo incorrecto

Juanra Bonet representa el monólogo-conferencia Animales


Miércoles 28 de septiembre de 2011. Teatro Alfil. Madrid

Cartel de la obra de teatro Animales
Cartel de la obra de teatro Animales
Los animales no se ríen, no tienen sentido del humor. Tampoco se preocupan de lo que es políticamente correcto, solo viven para comer y reproducirse. El ser humano es un animal que ha aprendido a comportarse con decoro y que procura no ofender a quien le escucha. Animales es un ejemplo de lo contrario, de cómo dar rienda suelta a la risa metiéndose con todo aquello que solemos evitar. No hay temas tabú, de todo nos podemos echar unas risas, que por irreverentes pueden sonar hasta más sanas. Juanra Bonet, en este monólogo, se va adentrando con valentía en los terrenos pantanosos de lo religioso, el nazismo, los judíos, los catalanes, la televisión, las minusvalías, la casa real, el terrorismo… No deja títere con cabeza.

Y lo cierto es que nos reímos de las mayores salvajadas, como si fuera del teatro estuviéramos encorsetados por un mundo serio que nos marca lo que podemos decir y lo que no. Ayer, Letizia Ortiz abría el VI Seminario Internacional de Lengua y Periodismo de San Millán de la Cogolla (La Rioja) que versa sobre El periodismo y el lenguaje políticamente correcto y, con su discurso, venía a decir la princesa que vivimos tiempos que nos imponen lo correcto, lo socialmente establecido, así que no nos cuesta sacrificar en el camino la precisión. Ella cree que son compatibles un periodismo de rigor y un respeto amable hacia el otro, el que es diferente a nosotros. Ya se saben, la realeza y el papel couché no se asuntan por nada, son capaces de casar cualquier cosa con un par de palabras escritas por otros y una sonrisa propia detrás de la que esconder que no tienen opinión. Son tiempos de maquillaje de la realidad, que se suaviza con eufemismos, y de políticos que nos están dejando vacías de significado las palabras sin el menor rubor. El respeto le ha ganado la batalla a la exactitud, a lo preciso, así que Animales se convierte en una especie de ritual de liberación, un círculo de excluidos que se ríen de lo prohibido.

No comparto muchas de las gracias del texto, supongo que tengo mis límites, aquellos temas en los que pienso que el humor no resulta ser el tratamiento adecuado. Y sin embargo veo que me equivoco, que tiene razón el cómico y que un rato de buenas risas es terapéutico, que quizá es una forma de crítica mucho más directa, afilada y sin prejuicios. Me veo riéndome de asuntos que me avergonzaría confesar, muchas veces porque realmente el enfoque con el que las trata me divierte y otras por puro contagio. La risa se expande, basta un buen reidor para que todos sigamos detrás.

De Juanra Bonet añadir que es un gran improvisador, que tiene una chispa especial y el encanto del niño bueno diciendo palabrotas, esa imagen que siempre nos hace reír a todos.

A modo de pequeño anecdotario: Ricky Gervais, el autor del texto que ha sido adaptado para este espectáculo, es conocido por ser el guionista y creador de la famosa serie de la BBC The Office. Menos conocidos son sus trabajos de productor y también de actor, o que participara en Los Simpson, donde le puso voz a un personaje en uno de sus episodios.

sábado, 24 de septiembre de 2011

El grotesco sinsentido de premiar lo más ridículo

El 59 Festival de Cine de San Sebastian construye un palmarés variopinto que corona con los delirios de Isaki Lacuesta


Viernes 23 y sábado 24 de septiembre de 2011. San Sebastián


Cartel de la película La voz dormida
Cartel de la película La voz dormida
Un festival es un lugar de paso, al que llegan películas un tanto extrañas muchas veces, para que el público las vea y opine. Aunque se cuelen algunas producciones de las grandes distribuidoras a modo de peaje, suelen ser películas llamadas de autor. Es algo sabido y asumido por quienes visitamos estos espacios del nuevo cine, incluso nos gusta que sea así. El 59 Festival de San Sebastián no es ninguna excepción. La segunda regla que se cumple en todo festival es que nunca acertarás el palmarés. Nada hay más impredecible que la gente del cine dándose premios. Puedes pensar que se premiará lo más disparatado, pero siempre pondrás un límite que eliminará algo que consideras que no llega al mínimo exigible y en esa línea imaginaria que has trazado te has equivocado seguro y hasta eso que descartas y que no te atreves a llamar cine tiene su público. Parece que en los últimos años el cine debe ser valiente, pero en verdad el único valor que atesoran esas películas que salen coronadas de muchos festivales es el de aburrir soberanamente al público. También sabes que hay películas estupendas, de esas que logran emocionarte, que te despiertan, que te cuentan historias de las que aprendes, pero que nunca se llevarán el premio porque hay alguien que opina que no son lo suficientemente atrevidas.

Benito Zambrano, un meticuloso trabajador del cine, estrena La voz dormida, que participa en la Sección Oficial. Es una película que esperaba con impaciencia por estar basada en la gran novela de Dulce Chacón, por republicana y porque Zambrano, que no se prodiga mucho, construye verdaderas obras maestras de nuestro cine. En esta película repasa nuestra historia, la dura e injustificada represión franquista, y lo hace sin contemplaciones, hablando claro. Me gusta porque no hay concesiones a la derecha, no niega que hubiera desmanes en los dos bandos, pero señala con el dedo a quiénes originaron la guerra y su posterior sangría, quienes fueron los que se aplicaron con afán destructivo para construir una nueva España que dejaba fuera (en las cárceles, en las cunetas, en las tapias de los cementerios…) a los que defendieron el régimen democrático y social de la República. Ellos son los culpables y todavía no han pagado por sus crímenes, nuestra sociedad ha sido incapaz de condenarles. Sin embargo, las mujeres que retrata La voz dormida no son culpables, no hicieron nada malo, quisieron una educación pública, una cultura que llegase a todo el mundo y la libertad para pensar por uno mismo, qué crimen se le puede achacar a una maestra cuyo único delito fue apuntarse a un sindicato socialista que además era legal. Frente a ellas una Iglesia mortificadora, de monjas y curas de látigo, que piensan que la verdad es única y la atesoran ellos por la gracia de su «dios padre y señor todopoderos», lo que les faculta para castigar a quien se equivoca no opinando igual. Los militares salen menos, pero son del mismo ramo, pues tampoco creen que los rojos tengan defensa alguna, su ideología misma les condena.

Esa es la sociedad que se encuentra Pepita (María León), con la guerra acabada, al llegar a Madrid para estar cerca de su hermana Tensi (Inma Cuesta) que cumple condena en un penal de mujeres. Pepita es bondadosa, cree que se puede vivir en esta España azul, piensa que quedan márgenes para la justicia. Ella los explora sin prejuicios, busca pero constantemente se le niega y sus ojos, que se van llenando de lágrimas, no pierden nunca su brillo, esa esperanza que la mantiene siempre en pie. Lo hace con dignidad, aunque tenga que suplicar, y así va comenzando a construir una ideología propia, con los golpes que esta vida le va dando. Son los otros, los que desde una posición de fuerza, se hacen indignos. En toda comparación gana ella. En la interpretativa también. Sobrecoge el primer fusilamiento en la tapia de la cárcel y el levantarse de las presas, puño en alto, para entonar la Internacional. Sobrecoge el último ajusticiamiento, el de la propia Tensi y su grito de «Viva la República» antes de que suene la bala asesina. Sobrecogen las torturas. Sobrecogen la crueldad y el desprecio de quien manda. María León se alzó con la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina de esta edición, pero la película se merecía mucha mayor presencia en el palmarés de este año.

En las colas, mientras se va esperando para entrar, se aprende mucho de cine. Del danés Nicolas Winding Refn todo el mundo hablaba muy bien. En Zabaltegi-Perlas se presenta su película Drive, su aventura hollywodiense. Una película cargada de acción, coches rápidos y personajes duros como el acero a los que les cuesta hasta dar los buenos días. Si tuviera que describirla podría decir que es como si a Tarantino le quisiéramos dar un toque a lo David Lynch. Sobra sangre, crueldad y las muchas y diferentes maneras en las que va muriendo hasta el propio apuntador. No es un cine que me guste, pero tuvo sus aplausos entre el público.

Los ganadores del 59 Festival de Cine de San Sebastián. Foto: Iñaki Pardo, por cortesía del Festival
Los ganadores del 59 Festival de Cine de San Sebastián.
Foto: Iñaki Pardo, por cortesía del Festival
Las acacias, de Pablo Giorgelli, competía en Horizontes Latinos y ganó. No me explico por qué. Se trata de una película argentina de lo más contemplativa: asistimos al viaje de un camionero que transporta maderas entre Asunción del Paraguay y Buenos Aires y al que en esta ocasión, por cosas de su jefe, le acompaña una mujer con su hija de cinco meses. Subidos en la caja del camión, sin apenas conversaciones, vamos asistiendo a los diferentes estados de ánimo por los que pasa el protagonista, quien acostumbrado a viajar solo asume la compañía como una contrariedad. Poco a poco, ganado porque ella no es especialmente habladora y por la dulzura de la niña, su carácter va girando. Es una película sin secretos y aburrida, con el ruido del motor zumbando siempre en la oreja como su principal aliciente, y cuyos mejores momentos son los instantes de aseo del camionero.

Los pasos dobles, de Isaki Lacuesta, se convirtió en la gran triunfadora de esta edición al alzarse con la Concha de Oro a la mejor película. Muy pocos dicen que es una película atrevida, divertida incluso y original, pero que el público no consigue entenderla. En mi opinión, ni siquiera tiene mérito como para estar en la Sección Oficial. Es una especie de western a la africana, algo que intenta acentuar con la música por si no lo habíamos pillado directamente. Es también un cuento infantil de esos de buscar un santo grial, la pieza clave sobre la que asentar una cultura, en este caso un bunker militar en el que François Augiéras cubrió sus paredes de pinturas para dejó hundirse en la arena del desierto para que nadie pudiera encontrarlo hasta el siglo XXI. Además es la historia de un recluta con ideas propias abandonado por sus compañeros por incapacidad con lo colectivo y que pasa a convertirse en bandido y luego en santón. Y sobre todo son los delirios de Miquel Barceló y su concepto personal de pintura. Son historias que convergen, se mezclan, pero que ni avanzan, ni resuelven nada. No hay por donde cogerla y para ello Lacuesta habla de que es una película en la que todo muta. Uno siente que le han tomado el pelo, que ha perdido una hora y media de su vida viendo un cine aburguesado y snob que no tiene nada que decir. En asturiano hay una palabra que es «refalfiau» y que explica a esos que, de tener tanto, están cansados ya de todo. Los pasos dobles es una película ridícula, de señorito «refalfiau». No hace falta este tipo de cine, no aporta nada. Y mucho menos merece recibir premios.

viernes, 23 de septiembre de 2011

El cine de una Europa decadente

Un panorama desolador es lo que nos pintan muchas de las películas del Festival de San Sebastián de este año


Jueves 22 y viernes 23 de septiembre de 2011. San Sebastián


Cartel del 59 Festival de Cine de San Sebastián
Cartel del 59 Festival de Cine de San Sebastián
Europa y su sociedad están en claro declive. Han iniciado una cuesta abajo de la que difícilmente podrá recuperarse. Es algo que se ve en su cine y que el 59 Festival de San Sebastián ha evidenciado.

La película belga L’Envahisseur / The Invader / El invasor, de Nicolas Provost, es un claro ejemplo de una sociedad que se estructura a dos velocidades, marcando la diferencia entre los de allí y los que llegan de fuera. No es una gran película, sobre todo por el ritmo demasiado lento, un tanto denso, y por la evolución más bien esperpéntica de su protagonista. A una costa llega una patera, es una playa nudista que a los ojos del africano se convierte en un paraíso lleno de mujeres blancas y rubias desnudas, cargado de lo diferente. Ha emigrado dejando atrás su historia para convertirse en un europeo de primera. Sabe que tiene que trabajar duro, que deberá olvidar sus raíces. En las primeras escenas uno pude dejarse llevar y pensar que está viendo una película que nos quiere contar de dónde ha salido la prosperidad de occidente y nos va a hacer pensar si no habrá sido acaso por el trabajo y la explotación de gentes venidas de otros lugares para ocupar los empleos que nosotros despreciábamos. Ellos han construido nuestros edificios y nos han permitido mantener un nivel de vida burgués. El protagonista, de color negro intenso como el carbón, ya está en el mundo de blancos que codicia. Piensa que ya tiene trabajo, que un día llegarán sus papeles y que a partir de aquí, por el hecho de estar en esta tierra prometida, será uno más y que podrá empezar a exigir. Le engañan y quiere que quienes lo hacen paguen por ello. Tampoco se comporta de una forma demasiado racional, y parece tener problemas mentales de percepción. Esa es la trampa en la que se cae como espectador, pensar que, por su estado, las pretensiones del africano son desmedidas, y que por tanto no tiene derecho a ellas, creer que son solo pura locura. Es el momento crucial, cuando se entiende el mensaje oculto, al comprender que esos mismos derechos suponen una inquietud para la clase dominante. Se puede abusar de los que llegan, explotarlos, esclavizarlos, usarlos, pero se debe mirar con cien ojos, pues nada sabemos de ellos ni de si se van a portar «como personas civilizadas que asuman un papel de segunda». Deben saber que no tendrán los mismos derechos, que por su color no serán europeos de primera. Esa es la espina que nos clava Provost después de habernos tenido dando muchas vueltas. La película se cierra con un sueño, el del protagonista sustituyendo el status del otro. Compite en la sección Zabaltegi-Perlas y algo que nos da una magnitud de la película es que en la votaciones del público a la mejor película quedó la penúltima.

Por su parte, el griego Filippos Tsitos, llega con Adikos kosmos / Unfair World / Mundo injusto, una película sencilla que nos quiere hablar de si en esta Europa corrupta, los individuos pueden aún comportase con justicia ya que la sociedad ha dejado de hacerlo. Una metáfora de los restos que deja el capitalismo voraz que se ha impuesto en nuestros países, que nos ha traído la ruina económica y moral, una Europa llena de mentiras, en las que aún quedan algunas buenas personas incapaces de ver maldad en el resto. En ella un policía decide que quiere ser un hombre justo, que mirando a los ojos va a ver la verdad, entender las causas y permitir a los desgraciados que no carguen con más problemas a su espalda. Las cosas no le salen bien, demostrar la inocencia de los que no tienen dinero es mucho más difícil que lavar la culpabilidad de quien lo amasa. La vida del justo es una vida solitaria que se precipita a la autodestrucción. ¿Qué es lo importante, los motivos, la verdad o vivir entre los demás compartiendo con ellos el peso de esta injusticia, haciéndonos compañía los unos a los otros? En el fondo buscamos el poder apoyar la cabeza en el otro para descansar un instante. Conocer un poco al otro para encontrar esos puntos de cercanía que nos hagan ver el subconjunto en común que nos libere de nuestra pesada soledad, que nos lleve de un paisaje imaginado a otro real y compartido. La película compite en la Sección Oficial y ha sido una de las grandes triunfadoras de esta edición, pues se ha alzado con dos de los premios más codiciado, Filippos Tsitos se ha llevado la Concha de Plata al mejor director y Antonis Kafetzopoulos la Concha de Plata al mejor actor. Sin embargo no es para tanto, aunque tenga un buen punto de partido y un mensaje que darnos.

Cartel de la película Sangue do meu sangue / Sangre de mi sangre
Cartel de la película Sangue do meu sangue / Sangre de mi sangre
Sangue do meu sangue / Sangre de mi sangre llega de Portugal para mostrar que allí tampoco se viven buenos tiempos. La película de João Canijo resulta dura e impactante. Nos habla de una familia, en un barrio periférico, de las pocas oportunidades, de una casa pequeña para cuatro personas, donde la intimidad queda fuera de sus paredes. No hay fuerzas para salvar a sus dos hijos a la vez, el primero cayó por el camino de la droga, eligió ser un pequeño traficante que sobrevive con sus chanchullos, pero que se enreda sin remedio. Un joven perdido para su madre desde que ingresó en el correccional. Sin embargo sí que ha puesto sus esperanzas en su otra hija, estudia, trabaja, pero se enamora de quien no debe, de quien pertenece a otra clase, de esos que tienen cocinera con cofia, de los que no comen sopa a diario. No hay salidas, solo deudas que pagar, deudas que uno nunca sabe cuando las contrajo, si las heredó por el simple hecho de nacer en una familia marginal. Da lo mismo la inteligencia, da lo mismo el esfuerzo, da lo mismo tener sueños, da lo mismo la educación. La diferencia existe de partida y el salto no hace más que partirnos la crisma. La película está bien construida, con una estructura sólida, con diálogos bien trazados y giros que mantienen en vilo al espectador. A pesar de la crudeza de la realidad que muestra, Sangue do meu sangue / Sangre de mi sangre se deja ver muy bien. Compite en la Sección oficial y ha conseguido quedarse en el palmarés de esta edición, pues la prensa internacional la ha votado como mejor película.

En el Reino Unido no están mucho mejor. El actor Paddy Considine nos trae su primera película como director: Tyrannosaur / Tiranosaurio. Es una historia rotunda, de alcoholismo, malos tratos y un pasado que muerde la conciencia hasta que sangra. De rabia contenida y de dolor. De explotar y encontrarse con que no hay lugar para uno, levantarse sin esperanzas para vivir otra vez un largo día o volver a casa para recibir otra paliza. De no saber medirnos, de tenernos miedo, de actuar con desmesura o de no hacerlo. De pensar que sabemos lo que va a ocurrir, pero que nos vence la apatía. Convivimos con la violencia, al protagonista le domina y no sabe explicar su mecanismo, si le sirve para algo aunque sólo sea un simple desahogo o le traza un camino sin vuelta atrás, sin razón, que le conduzca a la autodestrucción. Lo que sí sabe es que las personas no cambiamos, no habrá días plácidos para nadie. Un guion excelente muy bien llevado por dos interpretaciones sobresalientes, la de Peter Mullan de nuevo en la piel de un hombre atormentado sin esperanza y la de Olivia Colman, un contrapeso excelente que construye un personaje difícil de mucha profundidad. Sin duda es una gran película que triunfó en el pasado Sundance y que aquí participa en Zabaltegi-Perlas. Despertó el merecido aplauso del público.

martes, 20 de septiembre de 2011

La callada lucha por el poder durante el franquismo

Queipo, el sueño de un general. Antonio Dechent da vida al general para desnudarnos una época cruenta y despiadada


Martes 20 de septiembre de 2011. Matadero - Naves del Español. Madrid


Cartel de la obra Queipo, el sueño de un general
Cartel de la obra Queipo, el sueño de un general
Queipo es una figura difícil de nuestra historia que no puede despertar simpatías, pues quiso ser protagonista en todo momento: monárquico que luego apoyó la dictadura de Primo de Rivera para más tarde desdecirse; declarado republicano y a la vez conspirador contra la República; militar golpista de la derecha más atroz y enfrentado en una lucha de egos con Franco; vallisoletano convertido en virrey de Andalucía y constantemente desterrado. Al final hombre de una única ideología, la suya propia: el queipismo.

En Queipo, el sueño de un general vivimos los últimos minutos del general Gonzalo de Queipo de Llano, su vida se le escapa y, en esos efímeros minutos, mil voces le llenan la cabeza con sus propios demonios. La culpabilidad que le remuerde no le deja descansar, y su conciencia quiere explicarse. La obra no justifica a Queipo, nos lo enseña desde dentro, con sus pocas grandezas y sus muchos defectos.

Acierta Pedro Álvarez-Ossorio, autor del texto y director de la obra, en no repasar toda la vida del general, sino en revisarlo desde el 18 de julio de 1936, con una dramaturgia endiablada que viene y va sobre la línea temporal, sin respetar un orden cronológico para ir dejando cabos a los que acudir después, cuando ya todo está más atado. Nos plasma un militar ambicioso, con un concepto de España rondándole en su cabeza que es similar al de un caserío, viéndose como el amo del cortijo, posición de la que otros, con menor valía en su opinión, le han ido desalojando. Es un salvapatrias sin complejos que quiere ser el caudillo por méritos propios y que además considera que no le han sido suficientemente reconocidos. Ese destino es su obsesión: poder y gloria, un lugar predominante en la historia. Que los demás no le reconozcan su heroicidad única, su trauma.

Antonio Dechent y Oriol Boixader en una escena de Queipo, el sueño de un general
Antonio Dechent y Oriol Boixader en una escena de Queipo, el sueño de un general
En ese vistazo hacia atrás, un peso importante lo tiene su familia, especialmente su hija Maruja con la que establece una relación un tanto extraña de la que se insinúa algo más profundo de lo contado con algunos gestos alargados. En ella confía el papel de ser su secretaria personal, hasta que le comunica que se quiere casar y él no soporta que sea la esposa de quien cree que es un traidor, así que la deshereda y arroja lejos. Vuelve en los últimos momentos para hacer unas paces sosegadoras. Ella pone a salvo las memorias de su padre, ante la sospecha de que puedan ser buscadas por comprometedoras para el régimen. Precisamente esas memorias, mezcladas con la pura Historia, van a ser el hilo conductor de la obra.

Queipo es un hombre de ordeno y mando, sanguinario, de dura represión contra los comunistas, de escarmientos preventivos y de sepulturas. No le temblaba el pulso en mandar aviones a bombardear poblaciones que se le resistían, o de firmar y promover brutales detenciones, fusilamientos, crímenes, castraciones y violaciones. Tenía una idea clara de la justicia y su opinión estaba por encima de juicios, declaraciones y defensas de los inculpados, le bastaba decir que se hacía porque era necesario. Estableció nuevos métodos de lucha, utilizó la propaganda y la guerra psicológica, él mismo se convirtió en la voz del miedo, la que lanzaba sus arengas y amenazas desde la radio. La radio entra a formar parte de la obra, se convierte en un medio más puesto en juego durante la representación, que nos va contando sus pensamientos, sus amenazas y también la realidad de un régimen que se imponía con mano dura. Es otro de las apuestas hechas en Queipo, el sueño de un general que dan muy buen resultado. Lo mismo hace con el documental, incorporando imágenes que den la potencia justa que se precisa, o las conversaciones telefónicas que van acelerando el ritmo o esa iconografía fascista mezclada con la religiosa. Elementos todos que van colocando y situando al espectador en un punto negro de nuestra historia en el que posiblemente no quiera permanecer.

El texto nos cuenta el Queipo político, el que tiene dotes administrativas y militares. Pero también nos habla del hombre, al que le gusta interpretar a Ricardo III, el que se encierra en sus paranoias de estar siempre perseguido, el que desconfía de todos pues no hay hombres como él, el que necesita la religión acompañándole y de la que saca fuerzas.

No es una historia de largos monólogos, aunque se asienta en varios discursos, porque siempre encuentra la forma de ser dinámica. Primero de todo por la inclusión de otros elementos no tan dramáticos y segundo por la facilidad de los actores de la compañía para representar más de un papel, poner más de un acento y sacar más de una voz. Son pocos y parecen muchos, lo que da una gran variedad. Así podemos asistir a una charla, disputa mejor dicho, entre Queipo y Franco que sin duda es uno de los puntos fuertes de la obra.

También hay espacio en ella para un poco de humor, como el que se muestra en las discusiones entre requetés y falangistas de las que Queipo se convierte en ecuánime juez y que así nos permite vislumbrar su equidistancia ante ambas corrientes, más preocupado de sí mismo no le importa dejarnos ver su ridiculez.

Pero si algo mantiene en pie la obra sobre todo lo demás es la grandiosa interpretación de Antonio Dechent, cargada de fuerza y de épica, para defender a un personaje lejano de sí mismo. Dechent nos acorrala y después nos desgarra pues abre una rendija desde la que ver al hombre que hay debajo del general grotesco y mesiánico. Nos hace sembrar dudas, pues nos enseña todo lo cruel del personaje y también algunas pinceladas de ternura y de razón en su discurso. No sé si podré perdonárselo.

A modo de pequeño anecdotario: La idea de esta obra le rondaba desde hace tiempo a Antonio Dechent, para que entendamos el origen nos cuenta primero una historia: «Málaga. Guerra civil. Bajo una cama una niña de siete años, aterrorizada, abraza fuertemente a su hermano recién nacido. Su madre y su abuela han salido en busca de alimento, de noticias, de consuelo. Su padre y sus otros tres hermanos pequeños están en la zona nacional. Pero el terror de la niña no viene de esta situación de caos e impiedad, de estos días de confusión y llanto. Su terror proviene de un aparato, de una radio donde ha vuelto a sonar la VOZ. Y la VOZ ha dicho: “Esta tarde os mandaré un regalito.” Y la niña corre bajo la cama abrazando al bebé y espera el bombardeo. Esa niña es mi madre y la VOZ pertenecía al general Queipo de Llano».

lunes, 19 de septiembre de 2011

Militancia y camaradería

San Fernando de Henares se convierte en el cuartel general del comunismo por tres días


Viernes 16, sábado 17 y domingo 18 de septiembre de 2011. Fiesta del PCE. San Fernando de Henares. Madrid


Cartel de la Fiesta PCE 2011
Cartel de la Fiesta PCE 2011
Se acabó la Fiesta del PCE de este año. Días de encontrar camaradas y amigos fundidos en un abrazo, de hablar de política sin parar, de recordar Cuba y Venezuela y de mucha nostalgia. Pensar en los tiempos en que para decir PCE simplemente se decía «el Partido», con mayúsculas y sin adjetivos, porque en ideas políticas no había otro que le hiciera sombra.

Los camaradas han levantado las carpas, una más que el año pasado al contarse con una sala de libros en la que también se muestra una exposición sobre el Bloqueo a Cuba y el terrorismo que la isla ha venido sufriendo por defender dignamente una política socialista para la isla. Es una exposición organizada por la ONG OSPAAAL. Al igual que el año pasado, al resto de carpas se le han dado nombres de camaradas a los que el Partido desea homenajear este año: Petra Cuevas Rodríguez, Cayetano Bolívar y Adolfo Sánchez Vázquez.

Todo está parecido y sin embargo diferente al año pasado. Es el mismo lugar, pero se han cambiado las orientaciones y se ha gestionado el espacio de otra forma, un tanto más recogida. El mismo viernes, primero de los tres días festivos, y una hora antes de que los actos arranquen, la Secretaría de Comunicación se reúne para organizarse el trabajo. Las de contenidos son todas mujeres y están sentadas alrededor de una mesa con sus cuadernos de notas. Las dirige Gema Delgado, redactora jefe de Mundo Obrero. Lo que podamos transmitir de la Fiesta es lo que quedará de ella. No hay muchos medios, la prensa convencional no está muy interesada en este evento y eso que hasta en «Cuéntame» salió la Fiesta de 1977 como un hito en nuestra Historia.

Me voy a la sala de proyecciones, para ver el documental de la UJCE. Han cumplido 90 años y para conmemorarlo han montado un audiovisual que explica la historia y el contexto de la Juventudes Comunistas. Son imágenes sacadas de archivo y entrevistas de ilustres comunistas, muchos de ellos comenzaron a militar en las propias Juventudes y recuerdan aquella época. También quería ver la presentación de «Crónica Popular. Un nuevo Medio de la izquierda» pero coincide en horario con el documental. Es algo habitual en la Fiesta, muchas charlas interesantes y poco tiempo que te obliga a elegir constantemente.

Me quedo después a ver la presentación del libro Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxistas para la crisis. Siempre es interesante escuchar hablar de economía, sobre todo cuando los ponentes tienen una visión crítica con el capitalismo. Las crisis no son resultados de factores externos, son intrínsecas a la mecánica del capitalismo, así que dejemos de engañarnos y actuemos.

Mientras salgo se van escuchando a los grupos que tocan el viernes y voy viendo que el parque de Dolores Ibárruri de San Fernando de Henares se ha llenado otro año más. En la carpa gastronómica no es fácil encontrar una mesa para cenar algo.

Uno de los puestos políticos. Foto Toni Gutiérrez
Uno de los puestos políticos. Foto Toni Gutiérrez
El sábado por la mañana se celebra uno de los actos principales: El homenaje a Gabriel Celaya. Me lo pierdo, pero al día siguiente, José María Alfaya me lo contará poniéndome los dientes largos. Seguramente en unos días, con el trabajo de los camaradas, estará disponible en el Canal de youtube del PCE. Antes del homenaje se celebraron otros dos actos importantes: la presentación de la nueva imagen del Mundo Obrero Digital y la charla sobre periodismo, crímenes de guerra y los papeles de Wikileaks a la que participaba Javier Couso.

La tarde comienza temprano. Acudo a escuchar a un amigo, Kalvellido, que presenta su nueva edición del Manifiesto Comunista. Las sillas se hacen escasas y es necesario ir trayéndolas de otros lugares. Al terminar, Kalvellido se queda sentado con sus rotuladores y va dedicando cada libro que le compran con una caricatura suya. Se toma su tiempo y mientras dibuja charla con el lector, se cuentan cosas, puntos de vista y cruzan sonrisas.

Unos metros más allá tiene lugar el homenaje a los Abogados Comunistas. Si algo esta mejorando este partido durante los últimos años es el gran esfuerzo por homenajear a todos aquellos que son memoria viva de nuestra historia. Desde las tres y media está teniendo lugar un coloquio sobre el 15-M, otro tema importante para esta Fiesta. Por allí pasea Willy Toledo, que estrena su libro Razones para la rebeldía y se presentará en un rato. Mientras, en el Escenario Central, los Celtas Cortos ensayan para el concierto de la noche.

Yo me voy a escuchar a Javier Mestre que presenta Komatsu PC-340, una novela que me llama tanto la atención que decido comprarla. Tras él es el turno de Acceso no autorizado, de Belén Gopegui, una de nuestra mejores escritoras.

Aspecto que presentaba el acto Por el Estado social y la democracia. Contra la reforma constitucional ¡Referéndum ya!. Foto Toni Gutiérrez
Aspecto que presentaba el acto Por el Estado social y la democracia. Contra la reforma constitucional ¡Referéndum ya!. Foto Toni Gutiérrez
Al salir me voy al Escenario Central, todo el mundo está allí para otro de los actos importantes: Por el Estado social y la democracia. Contra la reforma constitucional ¡Referéndum ya!. No es extraño, habla Julio Anguita y todos queremos escucharle. Se muestra rotundo, recuerda que esta crisis viene de lejos y nos habla del tratado de Maastricht, porque estos barros vienen de aquellos lodos como bien nos avisaron en su momento una serie de economistas que junto con el PCE formaron la base de la oposición al tratado. «Aquel pueblo que no sabe o no quiere saber Historia, se equivoca una y otra vez», todo lo que está pasando se nos avisó. Nos hemos ido tragando en veintitantos años un paro creciente, que el despido se haya convertido prácticamente en libre, un proceso de constitucionalización del déficit, el aumento de la corrupción, el ataque sistemático a los convenios colectivos… Con la Reforma quieren impedir que el Estado se pueda gastar el dinero en construir escuelas, hospitales o en otra cosas que elija, y sin embargo lo primero será siempre pagar la deuda. Y dio los nombres de los que nos tienen cogidos con la deuda: Emilio Botín, Francisco González, Miguel Ángel Ordóñez, que cobrarán antes, junto con los bancos alemanes y franceses. Estos son los que mandan y detrás están sus capataces, los que ostentan el poder político. Esto lo hemos estado consistiendo entre todos. El origen de esta reforma está en Maastricht y el cuento chino de la construcción europea de los mercaderes, donde se explicó que los políticos deben obedecer las órdenes del Mercado. Estos tiempos nos traen una constatación dolorosa: hemos perdido una guerra. El discurso conservador domina la calle, no hay solución, no hay alternativa, no hay rebeldía organizada y programada. No habrá movilización sin llenar antes las cabezas de la gente con ideología. Añade que «en política hay que aguantar a pie firme, digan los medios de comunicación lo que digan, si estás convencido con la razón y lo que te dicen los datos». Es ahora cuando los hechos avalan un discurso que fue contra corriente. Estamos vencidos históricamente, así que nos toca tener que aclarar si estamos dispuestos a seguir peleando y a no doblar la rodilla ni un milímetro. Si eso elegimos habrá que empezar a organizarse para mantener el pulso y subvertir, cambiando los valores de la sociedad. Hay que pensar, hay que ser gente que se lanza a la calle a combatir idea contra idea. Es normal que no se gaste más dinero que el que se ingresa, pero hay que hacer otro planteamiento, no hay que recortar, hay que cambiar los impuestos, que paguen los que no los pagan. Anguita también nos da una lección que quiere que aprendiéramos: «No se puede ser trabajador y sindicalista tres horas al día, en el tajo, pero después en la casa ser machista o en vez de leer, ver la televisión, o después votar como ciudadanos a la derecha, a los que hacen política de derecha, son iguales». No podemos escindir la personalidad y debemos mantener la proyección única que tenemos, por eso nos pide coherencia, moral, inteligencia, recuperar la unidad y construir una guerra nueva recomponiendo el ejército rojo de la transformación, del cambio profundo. No quiere que caigamos en el discurso de la progresía, el de aceptar lo que hay. Termina su discurso pidiendo «Rebelión, rebelión y rebelión».

Durante la charla de Anguita se escucharon muchos aplausos, pero sin duda la ovación más larga fue la que se dedicó a Josefina Samper que llegó mientras él hablaba. Después, Cayo Lara comienza su discurso con un recuerdo al guerrillero Manolín, el de «Llorío» y al actor Jordi Dauder, recientemente fallecidos, recuerdo al que sigue un agradecimiento al PCE por su apoyo a IU. Presenta un discurso comprometido y serio, dando cifras y propuestas. Compartieron mesa con ellos Agustín Moreno y José Luis Centella que también se mostraron enérgicos en sus discursos.

Después llega el Mitin Central, donde se escuchan las voces de Julio Setién, Alcalde de San Fernando de Henares; José León, Secretario General UJCE; Cristina Simó, Secretaria de la Mujer PCE; Daniel Morcillo, Secretario General PCM y José Luis Centella, Secretario General PCE. Me sorprenden especialmente la fuerza de José León y la cercanía de Julio Setien, esa política de barrio que puede ser llevada a un municipio para mejorarlo de acuerdo a las verdaderas necesidades de sus vecinos.

La noche es para la música. Dicen que Juan Pinilla le puso a todo el mundo los pelos de punta cuando cantó la internacional. Es que en la Fiesta del PCE surgen sus grandes momentos en cualquier instante.

Momento de cantar La Internacional para cerrar el acto de homenaje a la Guerrilla antifranquista. Foto Toni Gutiérrez
Momento de cantar La Internacional para cerrar el acto de Homenaje a la Guerrilla antifranquista. Foto Toni Gutiérrez
El domingo lo comienzo con una vuelta entre las carpas políticas haciendo tiempo para ver el documental La sombra de las ideas, un trabajo estupendo del Foro por la Memoria de León y de Eloína Terrón, hecho con una sensibilidad especial para hacernos sentir muchas sensaciones, para que no olvidemos y entendamos la fuerza de la represión franquista sobre nuestros camaradas.

A la presentación de El extraño camino de Santiago. El exterminio de la UP en Colombia llego algo tarde, pero no lo suficiente como para no escuchar hablar de las políticas de su presidente Santos, que quiere hacernos creer falsamente que han girado con respecto a las de su antecesor, pero que, a pesar del maquillaje, son las mismas. Nada ha cambiado, las cifras se mantienen, siguen los mismos negocios sucios, el apoyo a los paramilitares y muriendo el mismo número de sindicalistas en sus calles.

La despedida es el acto que se organiza para rendir homenajes a los guerrilleros antifranquistas. Hablan los historiadores Antonio Ortiz y Esther López Barceló, está última, con mucho sentimiento, para recordarnos el importante papel de de las mujeres, tanto como enlaces como siendo guerrilleras. Después hablan los guerrilleros Esperanza Martínez «Sole» y Francisco Martínez López «Quico». También Seba Ortega Torres, sobrina de Manuel Prieto. Todos ellos nos van desgranando aquellos tiempos y aquella entrega, por encima de lo humano, para seguir manteniendo una lucha directa contra el franquismo. El fotógrafo Manuel de Cos, memoria gráfica del PCE, también toma la palabra, pero para hablar del presente, para exhortarnos a salir a la calle a seguir peleando.

domingo, 18 de septiembre de 2011

La obligación de recuperar una memoria que nos quieren borrar

La sombra de las ideas es un documental que nos pone en la piel de los represaliados


Domingo 18 de septiembre de 2011. Fiesta del PCE. San Fernando de Henares. Madrid


Eloína Terrón y Enrique Javier Díez Gutiérrez presentando el documental La sombra de las ideas. Foto Toni Gutiérrez
Eloína Terrón y Enrique Javier Díez Gutiérrez presentando el documental La sombra de las ideas. Foto Toni Gutiérrez
El Foro por la Memoria de León emprendió hace unos años un trabajo de recuperación de la memoria de nuestra historia reciente. La sombra de las ideas es ya el cuarto documental que producen. Comenta Eloína Terrón, directora del documental, que viendo el bombardeo a que hemos sido sometidos estos últimos días sobre el recuerdo del 11-S ha comprendido que debemos trabajar en nuestra memoria colectiva, resaltarla y ser capaces de interpelar a la propia Historia, porque no queremos que se olvide. Se pregunta por qué de los libros de texto se quiere hacer desaparecer La República, los campos de concentración y todo el dolor de la represión franquista.

Explica que esa falta de memoria en las escuelas le ha hecho darse cuenta que los jóvenes ven esas historias como batallitas. Es normal, están separados de ellas porque no encuentran sus conexiones con aquello. En el documental trata de unir esas dos partes, los mayores hablando de la historia y los jóvenes representando aquellos momentos y cargando sobre sus espaldas las mismas sensaciones.

La sombra de las ideas quiere poner el foco dentro de la oscuridad de la represión franquista en nuestro país, ir sacando temas que luego habrá que analizar en detalle. Puso como ejemplo el sufrimiento que padecieron las mujeres y del que no nos atrevemos a conocer todo su alcance porque parece que nos da miedo saberlo.

El franquismo y su represión hicieron de las cárceles una universidad, un lugar de aprendizaje. La República había apostado por la educación y también por la cultura para todos. Una represión brutal se cebó en aquellos que plantearon y defendieron estas ideas. Las élites no deseaban una cultura democratizada, querían que siguiera siendo un privilegio.

Señala que su deseo con este documental es el de que los jóvenes se puedan poner en la piel de los que fueron sus abuelos. Eloína Terrón finaliza comentando que cuando ha ido a grabar, en todos sus documentales sobre Memoria Histórica, siempre encontraba que las personas a las que quería entrevistar tenían mucho miedo de hablar. Por eso considera tan importante recuperar la memoria, para que no se pierdan esos testimonios de lo que ocurrió, para que sepamos todo lo que pasó.

El documental que presenta intercala dos planos, el primero son las entrevistas a personajes que vivieron directamente aquella represión. Nos hablan Marcos Ana, Carlos Álvarez, Vicenta Camacho, Carmen Campoamor, Julio Diamante, Angelina Gatell, Stella Manaut y Melquésidez Rodríguez Chaos. Si bien sus historias son estremecedoras, se profundiza aún más en ellas con el segundo plano, en el que a unos estudiantes se les plantean situaciones vividas durante la represión y se les pide que las interpreten. Esa forma de interpelar a nuestros propios sentimientos hace que la piel se ponga de gallina y el mensaje nos llegue más adentro, hasta causarnos dolor. Sin duda ver La sombra de las ideas es algo que resulta necesario.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Belén Gopegui: «Habrá que seguir pensando»

Acceso no autorizado se presenta en la Fiesta del PCE


Sábado 17 de septiembre de 2011. Fiesta del PCE. San Fernando de Henares. Madrid


Sagrario Losada y Belén Gopegui presentan la novela Acceso no autorizado. Foto Toni Gutiérrez
Sagrario Losada y Belén Gopegui presentan la novela Acceso no autorizado. Foto Toni Gutiérrez
Sagrario Losada pertenece a la Secretaría de Mujer del PCE, aunque ella prefiere utilizar el término Frente Mujer. Losada es la encargada de presentar a Belén Gopegui, a quien define como una autora de larga trayectoria, durante la cual ha mantenido una línea coherente. Finalmente elogia el discurso bien elaborado con el que están escritas cada una de sus novelas.

Gopegui comienza su intervención agradeciendo al PCE la invitación a presentar aquí su novela y señalando que siente que está en su casa. Tras leer dos citas, dice que las mujeres llevan muchos siglos de ruiseñor poético. Ella le da mucha importancia al lenguaje a la hora de escribir, es la herramienta, así que explica que para Acceso no autorizado ha intentado que el lenguaje sea preciso, sin ambigüedades, que no se pueda interpretar de dos maneras, para que la piedra de toque resulte la realidad.

Belén Gopegui cuenta que su generación se ha construido contra el PSOE, así que no es extraño que en sus novelas también ocurriera. En las anteriores siempre lo hacía a través de personajes que son secundarios en el PSOE. Vio que tenía que abordar de forma más directa el tema del poder porque nos afecta. El partido socialista le interesa más que el PP en cuanto a que su traición es más dañina a la idea de la izquierda.

El otro tema que aborda la novela es la informática, algo que ha entrado en nuestras vidas y que en estos momentos es una de las pocas vías no controladas por el capital. Quedan grietas que tenemos que aprovechar, pues augura que no durarán más de cinco años. En realidad, ha sido un móvil que le permitía al personaje principal llegar a hablar de tú a tú con el poder.

Armando López Salinas y Belén Gopegui se saludan momentos antes de la presentación de la novela Acceso no autorizado. Foto Toni Gutiérrez
Armando López Salinas y Belén Gopegui se saludan momentos antes de la presentación de la novela Acceso no autorizado. Foto Toni Gutiérrez
Entre el público se encontraba Armando López Salinas que se declaró fan de Belén Gopegui. El autor explicó que la izquierda busca una voz. Dice que vivimos tiempos parecidos a aquellos que reflejó Pirandello en Seis personajes en busca de autor. Estamos en que el Partido se convierta en ese autor que España necesita para la revolución comunista.

Gopegui agradeció las palabras de López Salinas y añadió que necesitamos otro tipo de trabajo, que la generación de López Salinas sabía como organizarse y que sin embargo ahora les estamos dando toda la información en las redes. Aquella generación tendría que darnos cursos de cómo luchar, porque nos creemos que podemos hacerlo a pecho descubierto y la autora cree que así no se puede hacer.

Explica que debería ser legítima una novela por encargo, que a ella le gustaría saber para quién escribe porque siente que ahora no hay quien necesite una novela. Ese es el problema. Dice que no hay que renunciar a ningún espacio, que con cada novela va probando, buscando a sus lectores. No se atreve a hablar en nombre de los que no tienen voz, pero escribe para que ellos puedan llegar a tenerla directamente. ¿Quién quiere saber lo que pasa en las pateras?, se pregunta. Es un tema que da para mucho en lo qué pensar, pero ahora nos preocupan otra cosas, tenemos miedo de que las clases medias pueden pasar a ser proletarias. A ver si ocurre ya, añade. ¿Cómo hacer que una novela sea útil, cuando la novela como tal viene de la burguesía? Tendremos que ver si es posible subvertirla desde dentro. Lo cierto es que habrá que seguir pensando.

Literatura social como arma para tomar conciencia de clase

Se presenta en la Fiesta del PCE la primera novela de Javier Mestre, Komatsu PC-340, editada por Caballo de Troya


Sábado 17 de septiembre de 2011. Fiesta del PCE. San Fernando de Henares. Madrid


Constantino Bertólo, Javier Maestre y David Becerra presentando la novela Komatsu PC-340. Foto Toni Gutiérrez
Constantino Bertólo, Javier Maestre y David Becerra presentando la novela Komatsu PC-340. Foto Toni Gutiérrez
Constantino Bértolo, el editor de Komatsu PC-340, presenta la novela señalando de ella que es poco frecuente. Toda la crítica ha destacado que se trata de una novela social, un género literario que se desarrolló en España durante los años cincuenta y que prácticamente había desaparecido. La describe como una novela política que aborda la lucha de clases y social porque narra el conflicto entre el trabajo y el capital. Sus protagonistas son un obrero que trabaja en las obras de soterramiento de la M-30 y una ingeniera de clase alta. Entran en contacto a través de los conflictos laborales y la toma de conciencia de la ingeniera le permite ir tomando partido por las clases obreras.

Saliendo del libro, Bértolo nos avisa de que la lucha que debe preocuparnos es la de desmontar el sentido común que quiere construir constantemente la clase dominante a través de los grandes medios de comunicación. Por eso se hace tan necesario narrar el mundo del trabajo.

Respecto al título, explica que es el nombre de una excavadora y le sirve para completar un símil al decir que la propia novela también hurga entre la tierra para destapar lo escondido por esta democracia burguesa que tenemos.

Javier Mestre, autor de Komatsu PC-340, toma la palabra. Se presenta diciendo que es profesor de secundaria de la asignatura de lengua, así que nos propone hacer un comentario de texto. Elige Celaya y el poema La poesía es un arma cargada de futuro porque dice que lo considera el manifiesto de la novela social. Nos desgrana los versos y explica después que lo que inspira la literatura social no es otra cosa que la lucha de clases. Vivimos a golpes. Nos golpean y no tenemos voz. Su intención como autor ha sido precisamente esa: dar voz a quienes han sido acallados con brutalidad, gentes que vieron como su mundo se venía abajo, vecinos que demandaron ley, orden y freno al caos que se desarrolla con el capitalismo. Al final, con las obras terminadas y con mucho retraso, la justicia les dio la razón y declaró el soterramiento de la M-30 como una obra ilegal.

También ha querido dar voz al mundo de la clase obrera de procedencia inmigrante y sin papeles, otras personas a las que nuestra sociedad ha silenciado. Afirma después, que tanto el periodismo como la literatura están muy podridos. La realidad es tan jodida que debemos hacer alguna renuncia en la literatura, debemos intentar que sea un arma porque la clase obrera tiene que empezar a tomar conciencia.

En el plano personal admira que siga habiendo trabajadores que prediquen en las obras porque se preocupan de las condiciones laborales en las que desarrollan su trabajo. En esta novela, explica Javier Mestre, quería ensalzar esa militancia y que encontraran al menos una «Victoria».

El Manifiesto Comunista sigue de actualidad

Se presenta el Manifiesto Comunista de Marx y Engels reeditado con nuevas ilustraciones de Juan Kalvellido y los comentarios de Raúl Calvo


Sábado 17 de septiembre de 2011. Fiesta del PCE. San Fernando de Henares. Madrid


Ginés Fernández, Raúl Calvo y Juan Kalvellido presentando el libro ilustrado Manifiesto Comunista. Foto Toni Gutiérrez
Ginés Fernández, Raúl Calvo y Juan Kalvellido presentando el libro ilustrado Manifiesto Comunista. Foto Toni Gutiérrez
Ginés Fernández, director de Mundo Obrero, presenta en esta Fiesta del PCE un libro ya clásico: el Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Se trata de una nueva edición comentada por Raúl Calvo e ilustrada por Juan Kalvellido. Los tiempos de crisis son un buen momento para acudir al Manifiesto, para volver a leer unos principios comunistas que muchos daban por terminados, pero que se están mostrando de nuevo de plena actualidad. Es un texto que nos reconforta y que nos lleva a nuestros orígenes.

Juan Kalvellido empezó dando las gracias al PCE y especialmente a Ginés que le ha acogido en su casa estos días. Después comenzó con cierta retranca, parafraseando a su manera a Cristiano Ronaldo: «Soy pobre, feo y no me gusta el fútbol, así que no me abuchean». Recordó la primera edición que preparó con Raúl Calvo del Manifiesto Comunista y cómo sintieron que les faltaba algo. Ahora es más gordo y en blanco y negro. Lo han colgado en internet, en la plataforma Bubok. Sale caro, dice, porque no hay un editor detrás, se imprime bajo demanda. Lo que hace es comprar unos cuantos ejemplares para conseguir un precio más bajo, tenerlos en su casa y admitir pedidos desde su página web Kalvellido.net. Con los pedidos va haciendo un paquetillo, añadiendo a lo que piden otros libros, pegatinas…

Dibuja para él y si a la gente le gusta, pues mejor. Pero no vive de esto. Le piden un dibujo y no sabe decir que no. Así que lo hace, casi siempre gratis, contando al menos con que se lo distribuyan. Cuenta que trabajó dieciocho años en un Burger King, hasta que le echaron y que ahora está en el paro. Dibujar es su desahogo, su terapia diaria en su vida de amo de casa.

Raúl Calvo y Juan Kalvellido con sus enseres dedicando el Manifiesto Comunista. Foto Toni Gutiérrez
Raúl Calvo y Juan Kalvellido con sus enseres dedicando el Manifiesto Comunista tras la presentación. Foto Toni Gutiérrez
Añade que del Manifiesto no hace falta hablar, ya que se ha traducido a todos los idiomas. Habla de un pueblo con conciencia y tiene muchas lecturas, pues lo bueno del libro es que te hace pensar y así vas creando conciencia. Kalvellido envidia a esa gente tan feliz, a la que le basta un partido de fútbol en la televisión para lograrlo. Él sólo lo logra algunos ratos, luego piensa en el mundo y en sus problemas, en los niños de África… Cuando ves un partido de fútbol es como que te apagas, como que dejas de pensar.

Por su parte Raúl Calvo señaló que tal vez no sea la edición definitiva, pero querían recuperar un clásico, con las mismas traducciones soviéticas a las que estamos acostumbrados en nuestro país, con un lenguaje duro, sin edulcorar. La izquierda, en los últimos veinte años se ha desfondado de ideas con las que salir a la calle. Hay que volver a armarse y el Manifiesto Comunista nos sigue ofreciendo esa munición ideológica porque también es un libro escrito para el siglo XXI. Sigue resultando fácil de leer, porque es un texto de divulgación, el folleto más famoso que ha existido.

A esta nueva edición se ha incorporado el texto de Engels Principios del Comunismo considerado la base sobre la cuál se realizó la redacción del Manifiesto y cuenta también con nuevos dibujos de Kalvellido. La primera edición fue más bien un experimento, ahora se han cambiado muchos dibujos y algunos se han dibujado desde la perspectiva de esta crisis. Por su parte, Calvo añade que lo que ha intentado no ha sido explicar el Manifiesto, sino describir la época para que podamos comparar.

El libro se lo han dedicado a Quintín Cabrera y en él representan a todos los cantautores que ofrecen su arte gratis, a los que al final se mueren y desaparecen.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Economía crítica y marxista, una explicación a la crisis y una forma de superarla

Los profesores de Economía Juan Pablo Mateo Tomé y Juan Manuel Ramírez Cendrero presentan el libro Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxistas para la crisis


Viernes 16 de septiembre de 2011. Fiesta del PCE. San Fernando de Henares. Madrid


Juan Manuel Ramírez Cendrero y Juan Pablo Mateo Tomé presentando el libro Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxista para la crisis. Foto Toni Gutiérrez
Juan Manuel Ramírez Cendrero y Juan Pablo Mateo Tomé presentando el libro Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxista para la crisis. Foto Toni Gutiérrez
Aunque existe un enfoque dominante –por mayoritario- entre los profesores de Economía que deriva hacia la mercantilización, en nuestras universidades se mantiene la presencia también de una economía crítica y marxista. Desde ese enfoque han organizado varios congresos, resultado del celebrado en Málaga con el nombre de II Congreso de Economía del Desarrollo y las ponencias allí desarrolladas surge el libro Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxista para la crisis que edita la Fundación de Investigaciones Marxistas.

Juan Pablo Mateo Tomé, profesor de Economía Mundial en la Universidad de Comillas, defiende la pertinencia del enfoque marxista para entender la crisis actual, ya que es capaz de proporcionarnos las herramientas con las que entender la realidad: el proceso de crecimiento capitalista necesita de las crisis, pues son momentos necesarios en la acumulación del capital y en su dinámica, no son factores externos al sistema capitalista los que producen las crisis. Dicen los ortodoxos (neoliberales y keynesianos) que la crisis se ha producido por los especuladores que han sido demasiado avariciosos, porque hemos tenido unos tipos de interés demasiado bajos que ha facilitado el endeudamiento y que ha producido un auge bursátil desmedido donde encontrar mayores beneficios y finalmente por los estados que siguen siendo una cortapisa al libre mercado absoluto.

Sin embargo las crisis se repiten y nos hacen pensar que su origen no es algo extraño al capitalismo, sino que forma parte del propio sistema como defiende la economía marxista. No todo estaba contemplado en estas teorías, ya que el capitalismo no estaba totalmente desarrollado en el XIX, sin embargo no son elementos que no se puedan estudiar desde esta óptica. Con este enfoque deberemos analizar el cambio tecnológico que proporciona la mecanización y expulsa la mano de obra; explicar que no se ha cumplido la dinámica de crecimiento, es decir que no ha habido un constante incremento de los salarios porque se han creado bolsas de desempleados que tiran de los salarios hacia abajo, a la vez que se ha reducido la dinámica de inversión; revisar el porqué se han aumentado las dinámicas especulativas con un importante auge bursátil, financiero e inmobiliario.

Juan Manuel Ramírez Cendrero es profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid. Explica que la realidad económica, tal como existe, genera desequilibrios. Nos pregunta por qué existe el subdesarrollo. No es el resultado de las casualidades, sino de un funcionamiento concreto. La Economía del Desarrollo Emancipativo es un compromiso de superación, que nace de una vocación transformadora que primero quiere comprender la realidad para identificar los factores que indican el subdesarrollo y conseguir desbordarlos. Las teorías económicas ortodoxas y las críticas no se ponen de acuerdo ni siquiera en la definición del término economía. Los ortodoxos o convencionales señalan el valor de la Economía en maximizar de una manera eficiente los recursos que son escasos, marcando como importante el crecimiento y olvidándose de la distribución. Son técnicos que buscan que lo intolerable parezca necesario, lo suyo es reparar defendiendo ciertos intereses, pero no hay detrás ningún análisis científico ni planteamiento de alternativas. Los heterodoxos o críticos buscan en la Economía la ciencia de la abundancia, se preguntan cómo generar más recursos y de qué forma distribuirlos para mejorar las condiciones de vida de todo el planeta por igual.

Portada del libro Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxista para la crisis
Portada del libro Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxista para la crisis
El subdesarrollo es una espina clavada en el sistema capitalista, algo que desde el modelo convencional tiene difícil encaje, pues muestra las incapacidades que presenta. Así que los convencionalistas se ven obligados a explicarlo como causa del fatalismo, de que hay pueblos que culturalmente son incapaces de crecer y también porque tienen dirigentes corruptos. La economía mundial no ha existido desde siempre, al contrario, resulta algo reciente, de menos de trescientos años y surge como el modo natural de extender un capitalismo en función de intereses, de necesidad de nuevos mercados, de controlar las fuentes de materia prima y mano de obra para su beneficio. Las grandes compañías son las que han impuesto qué tiene que producir cada país, llevando a muchos de ellos hacia monocultivos que deja expuesta su economía a los caprichos del mercado. Los monocultivos no forman parte de la cultura de estos países y tampoco es un resultado de sus necesidades alimenticias. Así encontramos países con déficit alimenticio que sin embargo son exportadores de alimentos, la producción la orientan al exterior porque se obtienen mejores precios. Las compañías que allí se instalan para producirlos son de fuera, sólo miran por su rentabilidad. Así ocurrió por ejemplo en Haití, para modernizarse y competir debían abrir su mercado, la producción de azúcar se convierte en monocultivo y el mercado interno de azúcar lo ocupa una compañía de Arkansas. El resultado es que se destruye el tejido productivo e industrial, aumenta el desempleo y la pobreza, surgen poblados cuyas condiciones de vida están muy por debajo de los mínimos. Hay consecuencias de las catástrofes naturales que se amplifican por el sistema.

Los neoliberales están vampirizando la Economía del Desarrollo Emancipativo, su dios del crecimiento impone que sólo la empresa privada es capaz de garantizarlo de una forma eficiente. Fuera los Estados que legislan protegiendo unos servicios públicos que alejan la inversión. Nada que cuestione el hacer de las empresas. Estas corrientes neoliberales cuando se enfrentan al subdesarrollo lo abordan como un asunto de excluidos y lo hacen sobre una vía humana: el desarrollismo es algo a aplicar de forma individual, a unas pocas personas que puedan mejorar sus capacidades y sus oportunidades, así que se crean programas sociales de políticas asistenciales para grupos de damnificados estadísticamente significativos.

Sin embargo el Desarrollo Emancipativo busca las causas en el funcionamiento capitalista, donde el objetivo único es el beneficio. El mercado no decide los precios, lo hacen unos agentes negociadores que miran exclusivamente por los intereses de las compañías que representan. Que los precios garanticen la renta de los productores supone cuestionar la forma en que se exporta, la lógica del mercado y todos los aspectos consustanciales de la economía capitalista. El marxismo ha sabido identificar las claves del sistema capitalista, nos ha enseñado que la rentabilidad agudiza el subdesarrollo, que las salidas individuales no suponen la superación del desarrollo mundial.

La pobreza y la extrema pobreza son la expresión del subdesarrollo, el salario en condiciones de subsistencia es el peaje que sirve para conseguir el abaratamiento de un producto. No cuestionar la rentabilidad y todas estas reglas del juego no sirve para cambiar las condiciones de vida. Globalización, dependencia y crisis económica. Hacia un análisis marxista para la crisis es el resultado de esta perspectiva emancipadora explicando por qué resulta posible.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El Festival se acaba con la emoción de todo adiós

Los dioses de verdad tienen huesos y Marina las dos triunfadoras del 20 Festival de Cine de Madrid-PNR


Jueves 14 de septiembre de 2011. Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. Madrid


La doble ganadora del Festival Los dioses de verdad tienen huesos. Recogió el premio Víctor Madrigal, de la ONG AIDA (Foto: Verónica Sánchez, por cortesía del Festival)
La doble ganadora del Festival Los dioses de verdad tienen huesos. Recogió el premio Víctor Madrigal, de la ONG AIDA (Foto: Verónica Sánchez, por cortesía del Festival)
El Festival de Cine de Madrid-PNR que organiza la Plataforma de Nuevos Realizadores se acaba con una gala de clausura a la que siguen la proyección de los trabajos ganadores. A las puertas del Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes se agolpan directores, prensa, actores, amigos y equipos técnicos, todos expectantes de lo que puede depararles aún este Festival. Se respira una mezcla entre aire festivo, un deseo de sorpresas, un anhelo de acertar en las quinielas de los premios y un suspiro porque no se vayan lejos, que al menos le toque la suerte a un amigo.

Amanda Guadamillas, encargada de presentar la gala, baja la escalera de un lateral y cruza el patio para llegar ante el micrófono. Viste un vestido blanco con estampados de árboles negros de trazo simple, sin mangas, con ribetes también negros sobre el escote y cerrando toda la parte superior. El vestido es de Guateque Cacahuete y lo complementa con perlas en collar, pendientes y pulsera y unos zapatos negros sencillos con cierto tacón. Después, con toda su naturalidad, saluda al público y comienza un emotivo discurso, bien contado, de cercanía y proximidad. Nos habla de que esta gala, en cierta manera, cierra el festival como si se tratara de una maleta llena de ambición. Si la miramos la veremos cargada de muchos tesoros, como los que nos ha ofrecido cada una de sus secciones. En ella se han quedado recuerdos, imágenes y sensaciones. Contó que a través del Facebook ha pedido que la gente le diga sus mejores recuerdos de este festival. Los va leyendo, a modo de aquellas cosas que ellos meterían en esa maleta tan simbólica y que casi podemos ver, si estiramos la imaginación, a sus pies. Cumple así su promesa, con emoción.

El ambiente está listo ya para entregar los premios que se acompañan con su dotación económica, un grabado de la artista asturiana Alicia Jiménez y el aliciente de convertirse en preseleccionados para los premios Goya del cine Español de este año. Éste ha sido el palmarés de esta edición:

Premio del público: Aunque todo vaya mal de Cristina Alcázar

Premio al mejor cortometraje de la sección Socios PNR: Rött Hår|Svart (Pelirrojo|Negro), de Alfonso Díaz y Luis Ángel Pérez

Segundo premio al mejor cortometraje de la sección oficial: Ámár de Isabel Herguera

Primer premio al mejor cortometraje de la sección oficial: Marina de Álex Montoya

Mención del Jurado Joven al mejor largometraje: Los dioses de verdad tienen huesos de Belén Santos y David Alfaro

Premio al mejor largometraje de la sección oficial: Los dioses de verdad tienen huesos de Belén Santos y David Alfaro

Cerró la noche José Fernández, presidente de la Plataforma de Nuevos Realizadores, recordó la historia del Festival, el giro que hace unos años le dio su directora, Elena Medina y la satisfacción que le produce el trabajo bien hecho. Tuvo palabras para su equipo de trabajo, especialmente para los más cercanos.

Andrea Dueso en una escena del cortometraje Marina
Andrea Dueso en una escena del cortometraje Marina
Después se apagaron las luces y se proyectaron los ganadores. Faltaba por recoger en estas páginas el ganador de los cortometrajes. Álex Montoya nos trae con Marina un trabajo redondo hecho con mucha sencillez y corazón. Destaca en muchos aspectos, empezando por sus exteriores, en Cudillero, que aunque es siempre por la noche, luce hermosa, especialmente en una toma desde arriba donde se aprecia su preciosa bahía de aguas verdes. Siguiendo por las duras interpretaciones de sus protagonistas. Andrea Dueso presentándonos una mujer dura en una situación frágil y Luis Zahera con un personaje hecho de silencios de tempestades y malas mares, tallado con las manos y la mirada. Continuando por una fotografía rotunda que logra plasmar con eficacia la intención de cada plano, conjugando en ellos cada uno de los detalles que lo hacen completo. Terminando con un buen guion que va dosificando la información de la historia, jugando a que nos creamos un supuesto equívoco y desentrañándolo después desde la distancia de la mañana siguiente en la que se recuerda lo que pasó primero.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Todo va sabiendo a despedida

Se proyectan los últimos trabajos a concurso en el Festival de Cine de Madrid-PNR


Miércoles 14 de septiembre de 2011. Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. Madrid


Cartel del cortometraje Ensayo de actores
Cartel del cortometraje Ensayo de actores
El Festival de Cine de Madrid-PNR que organiza la Plataforma de Nuevos Realizadores va llegando a la recta final. Vuelve a ser un día para mostrar los cortos de sus socios.

Ensayo de actores, de Jesús Monroy, es un cortometraje que destaca por su calidad. Ya lo hace en el arranque, con el prólogo que suponen los títulos de crédito, unos estupendos dibujos de Tina Lorenzi que sirven para teatralizar la historia sagrada. Son maravillosos y además muy bien acompañados por la alegre música de Moisés P. Sánchez. Luego viene el corto, trece personajes y un único plano secuencia tomado con una cámara que va siguiendo al personaje del director y a su ayudante a través de una coreografía de lo más natural y ágil. Es un día de ensayo, donde esa glamurosa vida de los actores, ese mágico mundo que tanto nos seduce al resto de mortales, se cae: no es más que otro día de trabajo, de echarle horas al texto y a la interpretación, de esfuerzo. Jesús Monroy no pretende desmitificar nada con este corto, ni tampoco trata de aclarar de qué forma se comporta la realidad en la profesión. Va más allá, se lo toma con humor y nos lo contagia, algo evidente cuando escuchas las risas entre el público, que entra en el juego con facilidad y lo agradece. Además, Ensayo de actores es un bonito homenaje a Manolo Summers y a los actores que trabajaban con él.

A veces ocurre que las historias no conectan con el público, muchas veces por repetidas o por soportarse sobre tópicos. Ocurre también cuando los giros de guion resultan obvios. Patrick Bencomo, en Entre fogones, prepara una buena historia y monta un corto técnicamente estupendo, pero su historia no es la primera vez que se cuenta y sin sorpresa pierde emoción.

Slides, de David Ilundain, Eugenia Poseck, Luis Arribas, Paul Severn, César Urrutia, Javier San Román, Jesús Liedo y Paco Ortega, son ocho piezas pequeñas contadas por ocho directores en ocho idiomas para presentar ocho sensaciones sobre el mundo actual. En el corto, hay de todo, la suma es más bien dispar, pues al final no hay nada que las una, ni los entremezclen y más cuando estás viéndolo en una serie con otros.

Hay cortos muy cortos que caen bien, que son un enredo suficientemente cinematográfico. Mi favorito, de Marcos Vilariño, es uno de ellos: una tragedia contada a través de una decisión, que si normalmente resulta trivial hoy nos va a parecer dramática. La sencillez llevada al extremo para contarnos que lo importante a veces parece ridículo.

También hay historias cortas que se esbozan, que pueden parecer una buena idea, pero que vistas en la pantalla se han quedado cortas, les falta muy poco, un puntito, que marque la diferencia. Marcos Chanca, nos trae Simulacro. En pareja siempre hay dos perspectivas, aunque una parezca anulada. Se termina estableciendo un lugar de consenso, un espacio de dos, y se trabaja para que nada derrumbe el concepto de pareja. También hay miedos, confesiones que pueden romper ese espacio, así que nos inventamos excusas y solo la insistencia nos hace soltar la verdad. Son nuestros miedos que no tienen por qué arraigar de la misma forma en el la otra persona.

Cartel del cortometraje Olvido
Cartel del cortometraje Olvido
Olvido, de Cristina Rosselló Florit, nos cuenta una historia trabajada, con un personaje viviendo dos historias que tienen puntos de confluencia. La existencia en paralelo de esos dos hilos le ayudará a entender la irrealidad de lo que siente, encontrar el ancla que necesita. Se ha enamorado de una chica a la que ni siquiera ha visto, y esa sensación marca su vida. Es su abuela, incapaz de reconocerle, que vive en el pasado, en el amor que sintió, quien le hará recapacitar. El guion da tiempo y espacio a la historia, que vamos viendo construirse en los silencios, en los monólogos, en los diálogos cargados de preguntas y en los gestos pequeños que terminan pareciéndonos que requieren un esfuerzo titánico.

Nada es como siempre, de Francisco Hervada Martín, nos narra con voz en off las dudas de un hombre al que una llamada telefónica le saca de su cotidianeidad. Le piden que espere a que le pasen con otra persona, sin dar explicaciones. Una interrupción que queremos que acabe cuanto antes, pero que sin embargo no nos deja hacer otra cosa.

Los huevos de Fany, de Daniel Ramírez, parodia Funny Games con mucha gracia y acierto. Cuando nos esperamos el mayor horror que presentimos surge el humor, la anécdota que da sentido a la historia. Y de pronto esa originalidad nos gana.

Sergio Muñoz y Almudena Gómez, con Go, nos muestran un cine delicado, hecho de detalles, de gestos y miradas, para hacer tangible una historia presagiada. Las cosas son como son y no es posible subvertir el mundo en el que vivimos, parece querer decirnos. Era así en Japón hacia el 1900 y lo sigue siendo. Antes se compraban esposas, ahora las empresas alquilan esclavos por un salario. Y no hay héroes que rompan esa cadena. Cine hecho con exquisitez.

Marquinhos, de Violeta Barca-Fontana, es un corto documental para llegar al corazón. Nos muestra a Marquinhos en primer plano hablándonos de su vida cotidiana y de sus sueños. Marquinhos es un niño de nueve años que vive en Brasil. Su vida debe resultarnos muy dura.

martes, 13 de septiembre de 2011

Renovando el mensaje desde nuevas estéticas

Se acaban los cortos de la sección oficial


Martes 13 de septiembre de 2011. Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes. Madrid


Cartel del cortometraje Matar a un niño
Cartel del cortometraje Matar a un niño
El Festival de Cine de Madrid-PNR que organiza la Plataforma de Nuevos Realizadores proyecta su última sesión de cortometrajes en sección oficial. Elige para esta noche algunos de los que presentan un formato más novedoso con respecto a la forma, con una sensibilidad artística diferente.

Por ejemplo, los hermanos Esteban Alenda, César y José, presentan Matar a un niño, un cortometraje en blanco y negro que en su mayoría es una sucesión de fotografías estáticas. Es la suya una propuesta muy interesante, de tiempo visual detenido me atrevería a decir, jugando en todo momento con una imagen que se para y un sonido que sigue, como eligiendo cada fotograma que debe guardar el espectador en su memoria. Una historia de inocencia narrada con una voz en off potente, marcada por sonidos cotidianos que nos resultan familiares y que rellenan los huecos entre imágenes. No por detener el movimiento se pierde la tensión dramática, incluso en algunos puntos se acentúa más. Me dejó muy buen sabor de boca, a pesar de que el giro final del guion supone, más que una sorpresa, un cambio de decisión, una ruptura demasiado fuerte que se separa por sí sola del resto del cortometraje.

Cristina Molino con ¿Te vas?, también hace un par de apuestas estéticas. La primera parte la recorre con una cámara en movimiento que va atravesando las estancias de un edificio sin detenerse y en un mismo plano. Nos cuenta cómo son los vecinos de la escalera que mantienen toda su atención sobre una conversación que todos escuchan. Ella se quiere ir, dejar a su marido, pero éste la detiene y se entabla una última conversación de reproches, de decisiones coartadas. La segunda se produce cuando la cámara llega a la habitación de los dos protagonistas, la imagen se ha detenido y lentamente la mujer rompe el estatismo sin que nada más en la fotografía se altere para hacer una llamada de despedida a su amante. Es un buen trabajo, muy interesante y lleno de poesía.

15 summers later, de Pedro Collantes, resulta un corto extraño. Desde lejos vemos una escena que ocurre en la orilla del mar. Es un encuentro, el de dos antiguos compañeros de instituto, donde ella casi no se acuerda de él, pero él no ha podido olvidar un solo detalle de ella, aunque hayan pasado 15 años. Se han ido a Noruega a rodarlo y el corto está rodado en esta lengua. Aunque parece un experimento, 15 summers later resulta muy fresco y original.

Cartel del cortometraje ¿De qué se ríen las hienas?
Cartel del cortometraje ¿De qué se ríen las hienas?
¿De qué se ríen las hienas?, de Javier Veiga, es un cortometraje con un mensaje directo, con chistes que se van haciendo serios porque la edad va cerrando esos espacios. Pero no nos gana por lo gracioso, sino por la ternura que despiertan los personajes, por esos diálogos de comedia romántica que se cuelan en el excelente guion para luchar contra el ingenio más desmedido. Resulta una comedia divertida donde los dos protagonistas, el propio Veiga y Toni Acosta, transmiten con naturalidad un historia de amor que podría ser cotidiana. A ellos se suman Carlos Hipólito, Chiqui Fernández y Millán Salcedo con sus disparatados papeles.

Dicen, de Alauda Ruíz de Azúa, nos cuenta una historia de abusos escolares. La cámara sigue las contantes bromas que siempre se ceban en los mismos, en los más torpes, en los que son diferentes. Y nos habla de un precio para salir de esa situación. La cámara nos va desmenuzando a los protagonistas, nos va pintando su realidad y también cómo mantienen otra parte más imaginativa que es la que les permite salvarse psicológicamente del drama. Además de interesante la historia, la parte técnica de Dicen resulta impecable.

Última parada, de Juan Miguel H. Nevado, es quizá el corto más flojo de la sesión. Una voz en off nos va contando la historia imaginada de los personajes con los que se cruza a diario en el mismo recorrido de autobús. El corto incide en que a veces lo que nos imaginamos de los demás, esa felicidad que les suponemos, está muy alejada de la propia realidad.

El regalo, de Irlanda Tambascio, es una anécdota infantil contada desde el punto de vista de una niña. Nos muestra lo que parece un instante intrascendente, pero tal vez es el momento en el que la niñez se va quedando atrás porque se empiezan a entender las reglas de los adultos. Lo hace con tomas de mucho detalle, orientadas a la propia imagen, que juegan muy bien con la estética y los colores. Pero es su guion lo que flaquea, enredándose un tanto con las sensaciones y ralentizando la poca acción.