lunes, 27 de febrero de 2012

Tú, ¿qué has hecho hoy para ganar la guerra?

La Casa Encendida programa una lectura dramatizada del Teatro de las circunstancias, de Max Aub, un ejemplo del compromiso político en el teatro


Lunes 27 de febrero de 2012. La Casa Encendida. Madrid

Lectura dramatizada del Teatro de las circunstancias, de Max Aub. Ilustración de Enrique Flores. Más información en 4ojos.com
Lectura dramatizada del Teatro de las circunstancias, de Max Aub. Ilustración de Enrique Flores. Más información en 4ojos.com.
El Nuevo Teatro Fronterizo y Le Monde diplomatique se han embarcado en un proyecto que se propone recuperar el legado teatral del siglo XX. Pronto salió el nombre de Max Aub, como uno de nuestros dramaturgos más lúcidos e insobornables. Para su recuperación, La Casa Encendida les ha cedido el espacio de su Auditorio y así poder realizar una lectura dramatizada de su Teatro de las circunstancias con público. Una lectura que ha sido dirigida por Laila Ripoll y leída e interpretada por Carlota Guivernau, Sergio Guivernau, Mariano Llorente, José Luis Patiño y Tito Rubio.

Cuando estalla la Guerra Civil, el legítimo gobierno republicano emprende con urgencia la labor de crear un repertorio teatral para llevar a los escenarios, un teatro que sirviera a la causa republicana mostrando su función política de agitación y propaganda y que no se quedara en un mero teatro efímero de entretenimiento. Aub se apunta de los primeros, con una repuesta personal de compromiso y solidaridad con la izquierda y con la República. Realizó ocho piezas cortas, de un único acto, que pensaba publicar en Barcelona en el año 1939, pero que nunca llego a ver la luz por las razones de la guerra. Es posible que aquel libro se hubiera titulado Teatro de Circunstancias, lo cierto es que, con algunas variantes, terminó siendo una sección dentro de su Teatro Completo.

Con ese nombre de circunstancial o urgente, el autor señala su breve extensión, su rapidez en la construcción con una estructura muy vinculada a la tradición teatral castellana y el compromiso político de su contenido. Son obras que Max Aub explica diciendo que «nacieron de cualquier manera, por encargo y necesidad del momento… pero cumplieron su cometido, llevan su circunstancia en la frente, y vivieron lo suyo». Es un teatro atado con fuerza a la historia de nuestro país, directo, sin pelos en la lengua, combativo, encarado directamente con el público, que refleja un fuerte compromiso antifascista y, por tanto, muy rojo. Es una llamada a filas, a defender la República porque, como decía Aub, «nuestros años son de lucha, y el que no lucha muere o está muerto sin saberlo». Es un teatro que duele.

Max Aub
Max Aub
Suena el himno de riego, el escenario se llena de símbolos, se despliega una bandera republicana. La razón estaba de nuestro lado, habíamos ganado en las urnas, pero las hordas franquistas se impusieron por el poder de las armas y sus aliados, abriendo la puerta en Europa a otros fascismos que llegarían en breve impuestos por Hitler y Mussolini. El tiempo y la distancia de hoy nos muestran la injusta derrota de la ideas, de lo colectivo y lo humano, a manos de la muerte y la destrucción bárbara del fascismo.

Lo primero que sorprende de esas piezas, tan hechas para un momento determinado, es su absoluta vigencia. La Segunda República Española fue una respuesta social y obrera al crack del 29. Ahora vivimos otra crisis similar a la que deberíamos responder como sociedad democrática, en las urnas y en las calles, mostrando pacíficamente nuestro desencanto con unos gobiernos que legislan para los poderosos, cuyo único fin es el de dar más riqueza a unos pocos. Gobiernos que no representan a sus ciudadanos, que no tienen soluciones y que lentamente están conduciendo el país a la ruina económica y moral. Gobiernos que regalan el dinero de todos a sus redes de corrupción y que luego recortan de nuestros servicios públicos, que vienen esgrimiendo las banderas de menos cultura, menos sanidad y menos educación. Una de las piezas de Aub nos cuenta de qué están hechos un banquero, un cura y un comandante, descomponiéndolos por sus actos y sus comportamientos, para que no nos llevemos a engaño. No han cambiado en estos ochenta años, siguen hechos de la misma materia y rezuman los mismos intereses egoistas. Y luego, cuando ya nos los ha mostrado en detalle, nos pregunta a quién vamos a votar el domingo. El grito es unánime: ¡A las izquierdas!

Caricatura de Max Aub
Caricatura de Max Aub
El Frente Popular como aglutinador de la izquierda social, progresista y comprometida con el pueblo está presente en cada una de las piezas, y en ellas hay una llamada a combatir, a tener claro cual es nuestro lado y a defender el gobierno legítimo que los españoles votaron democráticamente. El pueblo debe estar unido para defenderse, no debe ser demasiado optimista, ni demasiado pesimista, dispuesto a luchar en el frente y en cualquier otro lugar, pues todo trabajo realizado para la República es necesario. Porque cualquier pereza, porque cada día que no hagamos algo para ganar la guerra y nuestra libertad, estaremos dejando que el fascismo avance y nos devore. Valemos todos, cada uno debe encontrar dónde resulta útil y desempeñar su labor para no arrepentirse después de lo que pudo ser y no fue, de lo que nos dejamos robar.

La guerra y la muerte injustificada y vengativa que impone el bando nacional para diezmar la población -no olvidemos, mayoritariamente republicana entonces- están presentes. Un oficial franquista dispara y mata, o manda matar con saña, simplemente para mostrar que es él quien manda ahora y la razón le importa un carajo. Aub, con sus obras, nos llama a combatir la injusticia y nos explica la causa republicana, llama al instinto y a la razón. No admite disculpas, si estabas en el bando nacional y eres obrero o republicano debes pasarte al otro lado, no puedes elegir se un fascista.

1 comentario:

redpelis dijo...

what an great web i like it