domingo, 22 de abril de 2012

El mundo es nuestro, la guasa de la calle

Festival de Málaga Cine Español. ZonaZine. El mundo es nuestro

Cartel de la película El mundo es nuestro
Cartel de la película El mundo es nuestro
El Festival de Málaga Cine Español tiene una sección en competición, ZonaZine, en la que programa películas arriesgadas desde el punto de vista comercial. A esta sección llega este año Alfonso Sánchez con su primera película: El mundo es nuestro, un largometraje que le ha costado mucho esfuerzo sacar adelante y que tiene su origen en Mundo Ficción y sus famosos cortometrajes de la Trilogía sevillana en los que Alfonso Sánchez y Alberto López van sacando punta a la realidad de esa capital andaluza. Con ese pequeño éxito alcanzado en internet, sus ganas y un crowdfounding bajo el lema Apadrina a un Tieso que le permitió recaudar 600.000 euros, ha logrado llevar su proyecto del papel hasta las pantallas del cine Albéniz en Málaga. Aún no tiene distribución, pero seguro que tras su paso por el festival lo consigue, pues es una gran película a la que si le dan una oportunidad, tendrá éxito.

Aquí han hecho mucho ruido, acompañados constantemente por la música de charanga de La Maravilla Gipsy Band y por una legión de seguidores que lucían las camisetas de la película con un hermoso eslogan: «Ante el terrorismo financiero expropiación bancaria». Sí, la película va de la redistribución de la riqueza mediante lo que se viene llamando el atraco a un banco. Pero lo cuentan con mucha gracia, sin dejar títere con cabeza, señalando con el dedo a quien tiene la culpa de todas nuestras desgracias. Es la cruda realidad tamizada por un humor gamberro y una crítica feroz a nuestra situación de crisis económica.

El «Culebra» y el «Cabesa» son dos rateros de extrarradio con pocas luces para eso del delinquir pero que saben mucho de la realidad de la calle y de las injusticias. Idolatran al «Dioni» y su sueño es poder empezar una nueva vida, a ser posible en Brasil y con un buen botín en los bolsillos. Pero pocas veces les salen bien a los pobres los asuntos de dinero. Hay dos formas de robar, y en eso la película es muy clara, la de quienes la crisis ha dejado «pelaos» y que como salida tiran por donde sea y la de aquellos que nos roban a todos. Esa otra delincuencia de traje caro y de maletín, xenófoba y de derechas, manipuladora y traicionera, también sale retratada en la película. Son poderosos, despiadados y controlan desde sus empresas y organizaciones al poder financiero y político. No tienen la torpeza de esos jóvenes de barrio que empiezan a delinquir como medio de subsistencia. En medio, un pueblo desinformado que tiene que elegir. Afuera, la policía que no pinta mucho.

El equipo de la película El mundo es nuestro posa en el Photocall
El equipo de la película El mundo es nuestro posa en el Photocall (Foto: Nani, por cortesía del Festival de Málaga)
Y con todos esos elementos, Alfonso Sánchez, monta una buena película llena de sentido del humor, que se cachondea de casi todo sin dejar de pintar la realidad, algo distorsionada, eso sí, pero sin perder la esencia de lo que es. Las carcajadas del público no paran durante toda el metraje. Esa ternura y ese reírse hasta de su propia idiosincrasia son el mayor acierto y la forma de esconder un mensaje afilado y revolucionario, lanzado como sin querer. El mundo es nuestro es una película rebelde, diferente, surrealista en cierta medida, delirante y sobre todo cargada de una dulce ingenuidad que nos salva de la desesperación, ahora que todo está tan mal. Nos habla de nuestros tiempos, del desempleo, de la precariedad laboral, de las hipotecas, de la pareja, de los empresarios chanchulleros y de los que no pueden pagar a sus empleados, de los maletines, de la corrupción financiera y política, de los desheredados al margen del sistema, de los medios de comunicación, de las redes sociales, de las procesiones y hasta del movimiento de los indignados. Toda nuestra sociedad sale retratada en esta caricatura y nosotros somos de los que siempre perdemos.

Pero sí, es cierto, «El mundo será nuestro» si un día decidimos salir todos juntos a por él, porque el poder del pueblo hay que ejercerlo. Dejémonos de historias y hagamos de una vez la revolución para que todo cambie, para que se acabe tanta injusticia. «Er Cabesa» y «er Culebra» ya han empezado por su cuenta, con un cine que trae un nuevo mensaje y que se convertirá en paradigma de una nueva corriente de cine sarcástico y crítico con la crisis. La calle toma el cine y no se va a callar. Viene gritando a pedir justicia.

El mundo es nuestro es una gran película, cargada de dignidad, que motiva la reflexión ayudando a que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones sobre nuestro contexto y que además garantiza la risa.

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