sábado, 21 de abril de 2012

The Pelayos, cine español de casino

Festival de Málaga Cine Español. Sección oficial. The Pelayos

Cartel de la película The Pelayos
Cartel de la película The Pelayos
El Festival de Málaga Cine Español ha elegido The Pelayos, la película de Eduard Cortés, para abrir esta edición número 15. Se trata de un largometraje coral, fresco y muy dinámico en el que la banda sonora y la fuerza de la música ayudan a desarrollar ese empuje. Lleno de adrenalina y locura The Pelayos nos habla de vivir la vida según llega, saboreando lo que nos depare con los cinco sentidos. Es cine de casinos, hecho aquí y con muchísima ambición. Si algo traslada la película al espectador son las ganas de vivir, de soñar y de trabajar para construir sus propios sueños. Casi nada surge del aire, por el contrario, nos exige esfuerzo, sentarnos a pensar, reflexionar y un método. Luego tocará demostrarlo en la práctica, hacer que lo pensado sea realidad. Así es el mundo de «Los Pelayo», una familia que desbancó los casinos del mundo con un método legal e infalible basado en la imperfección de la ruleta. Una familia que tenía público a su alrededor cuando jugaban en los casinos y a los que todos jaleaban y aplaudían cada vez que la bola caía en una casilla con el número al que ellos apostaban. Su método funcionaba y suponía que la banca no ganaba siempre, que con astucia y dentro de las normas, cualquiera podía ganar.

Cuenta Cortés que el proyecto surgió hace seis años, cuando los productores le propusieron esta aventura. Él y Piti Español, para escribir el guion, convivieron dos semana con la familia de Gonzalo García-Pelayo Segovia y se volvieron para su casa con mucha energía y entusiasmo. Lo que buscan con la película es transmitir las ganas que esta familia ponía en todo lo que hacía, seducidos por un sueño que a través de la perseverancia y la ingenuidad se hizo realidad, demostrando que unas pocas veces el débil puede vencer al más fuerte, al que está armado hasta los dientes, usando su inteligencia. Su historia es el pasaporte que les permite construir una buena película que se nutre de las vivencias de estos personajes. La ficción sirve como un acompañante que simplifica y ordena los hechos, como una lupa sobre la que aumentar ciertos detalles y darle ese aire peliculero y vividor que tanto luce  en The Pelayos.

Es el casting el otro gran punto fuerte. Daniel Brühl y Lluís Homar se encargan de resolver con mucha solvencia los dos papeles protagonistas, los que muestran los dos polos del sueño y su viabilidad. Su energía es contagiosa. No es el suyo un duelo interpretativo, el enfrentamiento lo tienen los dos con Eduard Fernández, sentado al otro lado, ante los monitores del casino, siempre vigilante, como perro fiel del sistema. Destacan también los excelentes trabajos dando vida a los personajes secundarios de Vicente Romero, Oriol Vila, Miguel Ángel Silvestre, Blanca Suárez y sobre todo Huichi Chiu.

El equipo de la película The Pelayos posa durante el Festival de Málaga
El equipo de la película The Pelayos posa durante el Festival de Málaga (Foto: Nani, por cortesía del Festival de Málaga)
El resultado es una película muy urbana, con una cuidadísima fotografía, con aire de club, de estupendos primeros planos y de encuadres con hermosos paisajes. The Pelayos busca la elegancia por encima de las apariencias y se asienta sobre personajes de moral profunda, la que tienen los inocentes que saben que no están haciendo trampas en su lucha contra un sistema hostil que se ha protegido para ganar siempre, que habla de justicia y de decisión para abordar los sueños. Pero también habla de buscarse la vida para vivir con lujo sin tener que hacer un trabajo convencional, de ser un buscavidas y de triunfar en el intento.

Durante la rueda de prensa, los actores contaron pequeñas anécdotas, como que Daniel Brühl interpreta el tema musical con el que se abre la película o que al final del rodaje los productores invitaron a todo el equipo a cenar en el Bulli… Pero también hubo espacio para lo más profundo, como cuando el actor Lluís Homar habló sobre la difícil situación que está atravesando la financiación del cine español, un tema que está latente en cada una de las conversaciones de este festival. Dijo que el mayor problema es no saber dónde está el final, que nos dé la impresión de estar asomados a un abismo sin fondo. Como solución propone la imaginación, y recuerda que frente a la adversidad siempre puede surgir la posibilidad de hacer mejor cine aún, pero habrá que arremangarse. El cine español va sobrado de talento, en eso vive un momento dulce, pero por contra se da en el peor periodo financiero. Los productores explican que estos recortes desde las instituciones parecen tener un claro mensaje: «que nadie opine, que nadie piense. Cuantas menos opiniones haya, mejor. Y el cine es opinión».

The Pelayos me gusta por seductora y porque demuestra que si queremos podemos hacer películas al estilo de Hollywood sin el menor complejo. Tenemos gente que escribe historias estupendas, grandes técnicos, directores con tan buenas ideas como visión, que disponenemos de grandes actores y actrices capaces de hacer creíble al personaje más despintado. Echo en falta, por contra, un poquito más de trasfondo, que no todo en la película vaya orientado al puro entretenimiento.

1 comentario:

Quique Castro dijo...

A mi modesto juicio una aburridísima película con un guión lamentable, previsible y aburrido. Luis Homar, en su peor registro, roza lo paródico y nunca te lo llegas a creer. Lo peor de la película, un Vicente Romero que provoca vergüenza ajena. No es por hacer sangre, pero pocas veces he visto actuaciones tan lamentables, me hizo sentir grima.
Lo mejor de la película: Eduard Fernández.
Espero que el cine español siga flirteando con el cine de género, aunque con mejores resultados que este.
Un saludo.