domingo, 21 de abril de 2013

El Festival de Málaga premia la trayectoria profesional de José Coronado

Casting, de Jorge Naranjo, la película que ha despertado más simpatías


Domingo 21 de abril de 2013. Festival de Málaga Cine Español. Málaga

José Coronado (Foto: Toni Gutiérrez)
José Coronado (Foto: Toni Gutiérrez)
Si ayer, en el Festival de Málaga Cine Español, la protagonista fue Isabel Coixet, hoy le toca el turno a José Coronado a quien el Festival entrega el Premio Malaga Sur 2013 por su trayectoria profesional. Coronado recuerda en la rueda de prensa que no nació con vocación de actor, que simplemente, cuando tenía 30 años, una amiga le propuso ir a clases de interpretación para desestresarse. Luego le acompañó la suerte, añade, algo muy importante en esta profesión. Habla también de Paco Rabal como referente, de Enrique Urbizu y de Santos Trinidad, el personaje que interpretó en No habrá paz para los malvados y que le hizo pasar del registro de galán al del tipo duro. A la situación que estamos atravesando la califica de crítica para todo el mundo, pero especialmente en el sector del cine español que está siendo uno de los más castigados. Comenta que los compañeros que siguen teniendo la suerte de trabajar en esto se han recortado el sueldo a la mitad. «Es una lástima que se esté hurtando el deleite de la cultura al ciudadano de a pie», dice Coronado y tiene toda la razón. Al recoger el premio en la gala de la noche, Coronado dobla la rodilla en el suelo, con agradecimiento y emoción, dando las gracias por el honor y también por tener un trabajo que además de darle satisfacciones le gusta.

Hoy se presentan dos películas en la Sección Oficial a concurso. Casting, de Jorge Naranjo, es la primera de ellas. Sin duda se trata de una apuesta firme del festival por un cine fresco que están haciendo los nuevos directores. Me gusta por cercana y porque sabe a verdad. Con pocas pretensiones, desde lo cotidiano, habla de personas corrientes enfrentadas a sus conflictos y obligadas a tomar sus decisiones. Las hay valientes, cobardes, pero todas están hechas un lío y necesitan que las demás les den ese empujón que las lleve a tirar de sí mismas. Es extrañamente positiva, a pesar de que casi todo lo que les ocurre a sus personajes no sea bueno. Y esa es su magia, esa mezcla hermosa de vitalidad y corazón, esa petición a que aparquemos la competitividad malsana de nuestra sociedad, a que nos paremos un instante a observar unas vidas que no tienen nada de especiales pero que nos pueden enseñar algo de nosotros mismos, a que nos interesemos por cómo es eso de pertenecer a una generación de actores y actrices jóvenes en busca de un papel.

Casting es una película coral que bien podría terminar siendo catalogada como el manifiesto de una generación de actores y actrices que sobreviven. Hacen cortos, no cobran un duro y siguen yendo a castings que les destrozan porque les obligan a enfrentarse una y otra vez con esa parte de sí mismos que no les gusta. Saben que ese es el camino impuesto al que deben doblegarse para llegar a triunfar un día. No les agrada, pero lo admiten y participan un poco a regañadientes porque ellos no pueden cambiar las reglas. Y en ese ambiente, ellos son capaces de encontrar humanidad, de formar un grupo, de preocuparse los unos por los otros más allá de las rivalidades porque saben que después, cuando salen de la prueba, cada cual tiene una vida como la de todos, cargada de problemas, penurias y desventuras.

Me gusta, no puedo negarlo, porque está rodada en el Madrid por el que camino cada día: Lavapiés, Rastro, Atocha, Embajadores, Tirso de Molina, Tabacalera, La escalera de Jacob… Esas calles, esos espacios forman mi barrio y de verdad es tan luminoso y bonito como lo muestra Jorge Naranjo en la película. Me gusta también porque como espectador me lo he pasado bien viéndola y porque encuentro en ella una cierta esperanza que a mí me vale.

El director Jorge Naranjo durante la rueda de prensa de Casting (Foto: Toni Gutiérrez)
El director Jorge Naranjo durante la rueda de prensa de Casting (Foto: Toni Gutiérrez)
La rueda de prensa comienza con una novedad, Fernando Méndez-Leite, encargado habitual de presentarlas, esta vez se sienta a la izquierda de la mesa. Jorge Naranjo, cargado de energía, dice que Casting es su primera película y la define como del tipo chico conoce a chica, pero «tuneado». Añade a continuación que en realidad se trata de un encuentro de chicas y chicos consigo mismos. Cada personaje, cada persona, porque en cierta manera se interpretan a sí mismos, se encuentra con algo propio que no quiere ver. Les dicen algo y tienen que aceptarlo porque es verdad. Y todo eso adornado con el juego con el que va cruzando las historias, esa especie de pequeños regalos que se han ido haciendo durante el rodaje. Quienes están interpretando a los personajes se desnudan emocionalmente, tanto que los personajes llevan su propio nombre. La película está ligada a lo que son. Casting requería inmediatez: escribir y rodar seguido, sin tiempo que demorar porque de otra forma no se hubiera podido hacer. Confiesa Naranjo que el guion ha sido muy orgánico, se ha ido construyendo a medida que iba conociendo a los actores; muchos de ellos eran amigos, a otros los conoció a través de un videobook, de hablar con ellos… Han estado muy unidos, formando una pequeña bola que les lleva todos juntos a la vez.

Esther Rivas, la actriz protagonista, explica que la película es muy coral, de actores y actrices que salen en cortometrajes pero a los que no conoce nadie. Han llegado a esta película sin nada y todo lo que tienen lo muestran en ella. Casting exagera sus vidas, pero sin embargo Rivas siente que es real, sincera y que no hay engaños. Jorge Naranjo confiesa que todo el mérito es de los actores que han puesto su cara y su alma. Después se acuerda del Notodo FilmFest, dice que es un festival que ha hecho algo maravilloso, les ha permitido a muchas personas aprender a hacer cortometrajes y que estos se vean. Añade que sin el Notodo seguramente no estarían aquí. Javier López, el actor protagonista, cuenta que todo empezó como un corto y que no recuerda cuando Jorge dijo que era una peli.

Jorge Naranjo habla de que han tenido un modelo de producción distinto al habitual, pero que eso les ha ocurrido a muchas otras películas que han ido abriendo caminos. Cada cual tiene el suyo. Dice que no se ha planteado nada, que para la película ha utilizado la misma filosofía que cuando hace cortos, pero con más días de rodaje. Reconoce que ha sido un inconsciente, pero que tuvo suerte. La distribución ya vendrá luego porque Casting va haciendo su camino, va pidiendo cosas y al final va a sobrevivir. Torsten Gauger, el productor, explica que es una peli pequeña. No hay televisión, ni preventas, ni ayudas, así que la única manera de conseguir el dinero era ir al banco y pedirlo.

Daniel Calparsoro, Adriana Ugarte y Álex González durante la rueda de prensa de Combustión (Foto: Toni Gutiérrez)
Daniel Calparsoro, Adriana Ugarte y Álex González durante la rueda de prensa de Combustión (Foto: Toni Gutiérrez)
La otra película de Sección Oficial que se estrena hoy es Combustión, y lo hace con un enorme despliegue por parte de Atresmedia. Me parece una película de evasión, un tanto vacía y dirigida a gente muy joven, buscando marcar en ellos un estilo de vida fuera de su alcance. En estos momentos de crisis atroz nos muestra un mundo de coches deportivos de alta gama, robos, carreras ilegales, dinero a espuertas, acciones sin responsabilidad y amores pasionales en forma de triángulo. Juega sobre esa línea que separa la legalidad con esa libertad que entiende la derecha española como un derecho a que nadie, ni siquiera el estado, nos puede decir qué podemos hacer y qué no. Viendo la película uno recuerda a Aznar soltando aquello de «las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber déjame que las beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás». Me molesta ese cine irresponsable con nuestra sociedad, y creo que frente a ese tipo de cine, de distracción si se le quiere llamar así, también estamos obligados a hacer una lectura política. Puede que haya un tiempo para vivir el momento a tope, no digo que no, pero tratar de hacer de eso el único modelo de vida me parece un despropósito a cuestionar.

Pocas veces he visto tanto desinterés en una rueda de prensa. Al equipo se le recibe con bastante frialdad y son pocas las preguntas que se les hicieron. Considera Daniel Calparsoro, su director, una grata sorpresa estar en la sección oficial de Málaga. De la película dice que se trata de una historia de amor pasional, donde Mikel (Álex González) lo deja todo por un amor, Ari (Adriana Ugarte) se queda atrapada en su propia trampa y a Navas (Alberto Ammann) se le escapa el amor porque no lo ha cuidado. Cuenta que llegó al proyecto porque le atrajo su elemento lúdico de «carpe diem» y que lo que ha buscado es conseguir un fuerte subidón en el espectador al terminar de verla. Su trabajo ha sido sobre todo mantener el mismo tono en toda la cinta. Calparsoro defiende que la película no es machista porque el personaje que interpreta Adriana Ugarte toma sus propias decisiones; cuando ella no quiere hacer algo, no lo hace, y nadie la obliga. No ve nada vejatorio en ese papel. Añade Ugarte sobre su personaje que no tiene la sensación de que la hayan utilizado. Ella no es un objeto de la historia de amor, al contrario, todo está equilibrado entre los tres, pero que no se trata de un romance al uso.

El último debate que se abre es sobre la etiqueta de comercial que la película lleva. Calparsoro dice que si comercial es conectar con el público, que entonces Combustión sea comercial. Adriana Ugarte habla de las etiquetas explicando que entendemos por comercial el cine frívolo y lúdico y dejamos para la etiqueta de autor aquello que es dramático y profundo y que por tanto no aspira a tener una buena taquilla. Si es así, que a algo le pongan la pegatina de comercial resulta un horror. Pero esta película pretende llegar a todo el mundo para demostrar que lo divertido no es frívolo, que lo comercial no está vacío. Tras la encendida defensa de Ugarte, su compañero Álex González expresa su deseo de que el cine comercial goce de una gran salud, porque necesitamos que el público joven venga, que se reconcilie y aprenda a ver cine español.

Dentro de la sección ZonaZine se presenta Esto no es una cita. Guillermo Fernández Groizard, su director, ha construido la película uniendo cuatro de sus piezas de microteatro. Se trata de una comedia romántica al estilo de las que nos llegan de Estados Unidos. De ese que cruza a un hombre algo gordito, que cuida poco su imagen, pero que tiene muchos valores como la simpatía, con una mujer, muy mona ella, con escasas luces y a la que los hombres que le gustan le hacen sufrir. Un tipo de cine que a mi no me gusta y que para definirlo en unas pocas pinceladas bastaría con escribir sencillo, elemental, pequeño, de risa fácil, predecible e intrascendental. La película de Groizard cumple con los estereotipos. No digo que todo el cine deba ser sesudo, pero tampoco las llamadas comedias comerciales deban ser tan despreocupadas. Esto no es una cita es una película del montón, floja y que no creo que sea capaz de recordar la semana que viene. De lo que sí estoy seguro es de que va a tener es una buena promoción, como así demostraron llenando el pase de prensa de amigos incondicionales que hicieron de la sala de proyección una fiesta.

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