lunes, 10 de noviembre de 2014

Nuestra culpa

Cuarto día en el SEFF

Lunes 10 de noviembre de 2014. Festival de Cine Europeo de Sevilla. Sevilla

Los lunes son esos días intermedios de los festivales, donde el bullicio del fin de semana se apaga violentamente con el inicio de la semana que nace. En esos días puede pasar de todo, pues es cuando los programadores asumen mayores riesgos, por eso, cuando aciertan, las sorpresas son mayores.

[Selección EFA. «Class enemy». Rok Biček. Eslovenia] La culpa

Cartel del largometraje Class enemy
Cartel del largometraje Class enemy
Los métodos de educación cambian. Como sociedad deberíamos estar preocupados de formar personas capaces de pensar por sí mismas para que así puedan resolver los problemas que la vida les irá presentando. Y sin embargo, a menudo nos quedamos trabados pensando más en las formas, en dulcificar el paso por las clases del alumnado, que lo pasen bien, que no den problemas. Se impone el modelo de profesor-amigo igual que el de padres-colegas, sin límites, sin disciplina. Robert Zupan, el profesor de alemán que llega para hacer una sustitución al instituto, no es de este tipo. Sabemos que es un buen profesor, pero que no le van a dejar demostrarlo porque es estricto, justo y solo quiere que sus alumnos aprendan pensando, algo que les supondrá unos esfuerzos que no están dispuestos a asumir. Habla de ritos y de normas como elementos importantes de la educación que nos hacen ser más civilizados. Explica sus porqués, pero no negocia. Es directo, crudo, impasible y te suelta las verdades a la cara, aunque sepa que hacen daño.

Las decisiones de los demás a menudo nos traen un dolor que soportar. Debemos asumir que ocurrieron para seguir adelante. Pero vivimos tiempos de culpables, de castigos y cuando algo falla, todo se reduce a eso. Miramos hacia los demás y les señalamos con el dedo acusador. Esa culpa, su análisis y sus raíces es el tema principal de «Class enemy», la esencia de lo que nos cuenta Rok Biček en un ejercicio brillante de buen cine, reflexivo, comprometido y con valores. Su película es directa, igual que su protagonista, y no vacila en ningún momento. Habla de duelo y de reconciliación, de jóvenes organizando una revuelta equivocada, de responsabilidades no asumidas, de objetividad y de justicia sin prejuicios.

«Class enemy» cuestiona nuestro sistema educativo, pero a quien mira de verdad es a la sociedad en su conjunto. Lo que nos enseña es que todos somos culpables, pero la responsabilidad de quien toma las decisiones es solo suya.

[Selección EFA. «Stratos». Yannis Economides. Grecia, Alemania y Chipre] La moral del asesino

Cartel del largometraje Stratos
Cartel del largometraje Stratos
«Stratos» no es una película fácil de explicar, encierra demasiados vértices y filosofía de calle. Tampoco termino de saber si me gustó o no, está en ese lugar intermedio que te pide más reflexión, volver a pensar para entender los hilos que ha querido mover en ella Yannis Economides porque su mensaje asfixiante golpea con fuerza. Stratos es un hombre que trabaja haciendo pan, pero que también ejerce como un asesino profesional, frío y despiadado. No pregunta cuál es la culpa de sus víctimas, cumple su encargo con precisión y meticulosidad. Ha vuelto a esto después de salir de la cárcel porque tiene un amigo al que quiere ayudar y necesita dinero para ello. Stratos escucha mucho y habla poco, su mirada nos interroga. A través de sus silencios, de las preguntas que va haciendo descubrimos los pocos principios que sigue, la línea moral del asesino. Y no es una mala persona, ni se diferencia tanto de cualquiera.

El problema de Stratos es que va viendo que la sociedad está podrida. No tiene salvación pues las personas son corruptas, mentirosas, mafiosas y han perdido el límite de la decencia sin la menor vergüenza. Él no se comporta peor que nosotros, simplemente lo soluciona con un tiro en el medio de la frente. ¿Quién querría vivir en un mundo así?, ¿quién moverá un dedo por cambiarlo?

La República Cultural

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