jueves, 12 de marzo de 2015

Esa España no es la nuestra


Viñeta: Bohigues
Viñeta: Bohigues
No vi el Debate del Estado de la Nación: La razón no tiene ningún misterio: ya no me queda paciencia para escuchar las perogrulladas de esa persona que gobierna el país. Oír hablar a ese hombre tan insulso es siempre una pérdida de tiempo, se mire por donde se mire. Ni para dar titulares sirve. Si hay algo divertido en él es esa tensión de estar siempre en ese espacio que queda entre la verdad y la mentira, a punto de ser descubierto y resoplando en último momento con la sensación de haberse vuelto a escapar por los pelos. Me rio viéndole en esa especie de cuerda floja, haciendo equilibrios con las frases que otros le escriben. A esos asesores les está dando por las estadísticas, que deforman y retuercen hasta sacarles un dato que pueda parecer aceptable. Le han cogido el gusto, y a veces, sin querer, se les va la mano a esos asesores. El país que el Presidente dibujó en el Debate mola, lástima que no sea éste.

Ese mundo fantástico que ven los amigos de Rajoy no es el que nos toca a la ciudadanía. Leo en Público que «El 80% de los españoles no cree en la recuperación de Rajoy». No es que lo digan ellos, lo dicen los españoles y así lo refleja la encuesta CIS. Quizá Rajoy hablaba para ese otro 20%, el que se ha recuperado y al que le va bien. Quizá el otro 80% no contamos, no somos importantes y además nos estamos haciendo invisibles. La distribución de la riqueza de nuestro país que practica el PP, la de llenar el bolsillo de unos pocos con el dinero de todos, nos hunde sin paliativos. Contar que hemos empezado la recuperación económica es mentir, pero esta vez no nos lo hemos creído.

Rajoy esquiva la realidad porque no le gusta explicarla, así que la maquilla hasta que presenta el aspecto que le conviene. Echo otra mirada a la prensa, esta vez es a La Vanguardia. El titular con el que me encuentro dice «Aumentan las ofertas de trabajo a cambio de comida y un techo, pero sin sueldo». Está claro que el modelo de empleo que idealiza la derecha se sostiene sobre el trabajo esclavo. Esa es la España que se recupera, la de los empresarios caritativos, los que dan lo que les sobra, pero esa España no es la nuestra.

Releo el Diario Octubre, me he cruzado con una noticia dura, de las que te quiebran por dentro: «Blanca y Jacinto: La muerte por hambre de ancianos en la “democracia” española». La España que oculta el Presidente está llena de pobreza, de personas que sufren.

Revista Gurb